Donald Trump, en una imagen reciente. | Reuters

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La periodista de la revista «People» Natasha Stoynoff denunció este miércoles que el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, abusó de ella en 2005 durante una entrevista que le hizo al magnate y a su esposa, Melania, entonces embarazada.

En diciembre de 2005, según el relato de Stoynoff publicado en «People», la periodista, que normalmente estaba encargada de la cobertura de Trump, viajó a Palm Beach (Florida) para entrevistar a la pareja con motivo de su primer aniversario de boda.

La cita fue en el hotel Mar-a-Lago (propiedad de Trump), donde empezaron con una sesión de fotografías mientras ellos le contaban «lo felices que habían sido durante su primer año de matrimonio».

«Cuando nos tomamos un descanso para que la muy embarazada Melania subiera al piso de arriba y se cambiara de ropa para más fotos, Donald quiso mostrarme la mansión. Había una habitación 'tremenda', él dijo, que yo tenía que ver», explicó Stoynoff.

Abuso

«Entramos solos a la habitación, y Trump cerró la puerta (...) Me giré, y en segundos, él me empujó contra la pared, y metió su lengua hasta mi garganta», añadió la periodista, que dijo que Trump estaba «gordo» y que no pudo hacer nada para frenarle.

Al cabo de un minuto, narra Stoynoff, el mayordomo interrumpió para avisarles de que Melania estaba casi lista para seguir con la entrevista.

Antes de que llegase Melania, sin embargo, Trump tuvo tiempo de seguir acosándola: «Tu sabes que vamos a tener una aventura, ¿verdad? (...) Vamos a tener una aventura, te lo digo», le espetó el magnate a Stoynoff.

«En ese preciso momento entró Melania. En ese instante Donald volvió a modo marido cariñoso, como si nada hubiese sucedido», dijo Stoynoff, que prosiguió con la entrevista y después regresó a su hotel, aunque su calvario no terminó ahí.

Al día siguiente tenía una cita con un masajista en el spa del Mar-a-Lago, a la que llegó media hora tarde.

El masajista le explicó que Trump la había esperado durante 15 minutos en el interior de la sala de masajes y al ver que no llegaba optó por irse a una reunión.

«Me acosté en la camilla, pero mis ojos estaban puestos en el pomo de la puerta todo el tiempo. 'Aparecerá y éste chico le dejará entrar conmigo medio desnuda'. Corté la sesión, me vestí y fui para el aeropuerto», relató.

Aunque le explicó lo sucedido a un colega, además de a algunos amigos y familiares, Stoynoff decidió mantenerlo en silencio porque estaba «avergonzada» y «temerosa» de lo que Trump le pudiese hacer.

La semana pasada apareció un vídeo de finales de 2005 en el que Trump alardeaba en una conversación privada de cómo abusaba de las mujeres besándolas si su consentimiento y manoseándolas en sus partes íntimas.

El magnate negó este domingo, durante un debate con la candidata demócrata Hillary Clinton, que hubiese llevado nunca a la práctica lo que dijo fueron «tan solo palabras».

Hoy, sin embargo, aparecieron otros tres testimonios aparte del de Stoynoff denunciando abusos por parte del magnate neoyorquino.

La campaña de Trump, por su parte, negó la veracidad de todas las acusaciones y aseguró que se trata de relatos de «ficción» y de «ataques políticos» en contra del aspirante republicano.