Familiares de los desaparecidos en el naufragio de un barco a la costa mediterránea de la provincia egipcia de Kafr al Sheij, esperan a los servicios de rescate para informarles en el puerto de Rosetta. | MAHMOUD TAHA

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Al menos 42 personas fallecieron este miércoles al naufragar un barco con unos 600 emigrantes a bordo frente a las costas mediterráneas de Egipto, donde ha aumentado recientemente el número de personas que tratan de alcanzar Europa ilegalmente.

La directora del hospital general de Rashid, en la costa norte mediterránea, Nagla Mohamed Salah, dijo que los hospitales han recibido hasta el momento 42 cadáveres de náufragos tras el hundimiento de la barca, que tuvo lugar en la provincia septentrional de Kafr al Sheij.

Según el portavoz del Gobierno de Kafr al Sheij, Ahmed al Loz, entre los fallecidos hay diez mujeres y dos menores.

Al Loz detalló a Efe que las víctimas son de origen egipcio, sirio y de varios países africanos, mientras que la agencia oficial de noticias MENA informó de que los emigrantes eran eritreos, somalís, sudaneses, además de nacionales de Egipto.

Fue un pesquero el que avisó sobre el naufragio de la embarcación, en la que viajaban unas 600 personas, aunque varios medios nacionales han rebajado esta cifra hasta trescientos.

Según estos medios, los guardacostas han rescatado a 150 supervivientes, aunque el portavoz del Gobierno local indicó que el número de personas halladas con vida tras el naufragio es de 105, 100 de lo cuales fueron trasladados al hospital público de la ciudad de Rashid, en la provincia de Al Bahira, situada en la desembocadura del río Nilo.

La embarcación partió de un punto entre Rashid y Baltím, donde la costa no está poblada y presenta una geografía complicada, con zonas de secano y lagunas, en la región del delta del Nilo.

En la operación de salvamento participan las fuerzas de la Marina egipcia y buzos y el primer ministro, Sherif Ismail, ha asegurado que se han puesto a disposición de los equipos de salvamento todos los medios disponibles para acelerar las operaciones de rescate.

Desde esta área suelen partir barcos que trasladan ilegalmente a los emigrantes, la mayoría de ellos con rumbo a las costas italianas, aunque en algunos casos se dirigen primero a Libia.

Precisamente, de esa misma zona intentaron salir hace una semana 440 emigrantes de distintas nacionalidades, que fueron detenidos por las autoridades egipcias a bordo de dos embarcaciones.

Las Fuerzas Armadas informaron en su momento de que 198 emigrantes y siete tripulantes fueron detenidos a bordo de un pesquero, al norte de la localidad de Al Borolos, ubicada también cerca de Baltím.

Otras 242 personas y cinco miembros de la tripulación fueron detenidos a bordo de otra embarcación en la costa de la ciudad de Ras al Hikma.

El pasado mes de abril, al menos dieciséis personas murieron ahogadas al naufragar su embarcación frente a Al Borolos y estas formaban parte de un grupo de 105 emigrantes de nacionalidad somalí, egipcia y siria, principalmente, que trataban de viajar ilegalmente a Italia.

El número de emigrantes que intenta salir de Egipto a las costas europeas ha aumentado en los últimos meses, después de que las autoridades consiguieran limitarlo en los pasados tres años.

Pero la emigración desde Egipto a Italia es una tendencia que existe desde hace mucho tiempo y cada vez más menores de edad se embarcan en este peligroso viaje: tan solo en abril y mayo de este año, 1.113 egipcios menores llegaron a suelo italiano.

Hasta julio de 2016, Egipto se convirtió en el segundo país de partida, después de Libia, de los emigrantes que se echan a la mar, según el Organismo Internacional de Migraciones (OIM).

En lo que va de año y hasta el 20 de septiembre, 2.766 personas han muerto intentando llegar a Europa a través de la denominado ruta del Mediterráneo central, principalmente desde Libia.