Imagen de algunos carros de combate turcos adentrándose más allá de la frontera, en el norte de Siria, en operaciones bélicas contra EI. | Reuters

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Al menos 35 personas han muerto este lunes por varios atentados perpetrados en las ciudades de Homs y Tartús, que se encuentran controladas por el régimen sirio, según han informado distintos medios de comunicación.

Las explosiones, que se han producido entre las 8 y las 9 de la mañana (hora local), se han saldado con al menos 45 heridos, según fuentes médicas. La principal cadena de televisión estatal ha señalado que la primera explosión se llevó a cabo con un coche bomba mientras que la segunda se produjo mediante el uso de un cinturón de explosivos.

Después de cinco años de guerra civil, el país se encuentra completamente dividido. En mayo, la ciudad de Tartús sufrió un atentado llevado a cabo por el grupo terrorista Estado Islámico, según han señalado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y la agencia de noticias SANA.

Ataque a las milicias kurdas

Por otra parte, una motocicleta ha explotado en el centro de la ciudad de Hasaka, que se encuentra bajo el control de las milicias kurdas. Según el Observatorio, la explosión ha acabado con la vida de tres milicianos de las Unidades de Protección Popular (YPG).

El atentado de Hasaka ha sido reivindicado por Estado Islámico a través de la agencia de noticias Amaq, que ha señalado que la bomba detonada en la zona de Masakin se ha saldado con un muerto y una quincena de heridos pertenecientes a las fuerzas de seguridad kurdas.

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Las YPG, que forman parte de la campaña internacional contra Estado Islámico, se hicieron con el control de Hasaka en agosto después de una semana de enfrentamientos contra las fuerzas gubernamentales. La milicia controla varios territorios del norte del país, donde los kurdos han establecido su autonomía desde que empezó la guerra en 2011.

Expulsión de los terroristas

Por su parte, el Ejército turco asegura que apoyará a los rebeldes sirios si avanzan más hacia el sur, después de que la operación «Escudo del Éufrates» haya expulsado a los yihadistas del Estado Islámico (EI) de la frontera con Turquía.

Según fuentes militares citadas por la agencia estatal Anadolu, el Ejército turco apoyará a sus aliados si se internan más en suelo sirio, después de que en 12 días de campaña hayan tomado una superficie de unos 600 kilómetros cuadrados en el noroeste de Siria.

Los yihadistas del EI perdieron el fin de semana las localidades que aún controlaba en la zona situada entre las ciudades de Yarábulus y Al Rai, en el norte de la provincia septentrional siria de Alepo.

De esta manera, los yihadistas perdieron el acceso a Turquía, por lo que la única vía hacia el exterior que le quedaría al EI sería la del paso entre las zonas de Abu Kamal, en Siria, y Al Qaim, en Irak.