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El grupo terrorista Dáesh ha perdido terreno en las pasadas semanas tanto en Siria como en Irak y está asediado por las fuerzas iraquíes en el oeste del país y por las kurdas en el norte, mientras que el ejército sirio penetró hoy en su feudo de Al Raqa.

Las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, entraron hoy en la provincia de Al Raqa, principal feudo del Dáesh en Siria, desde la vecina provincia de Hama, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Las fuerzas gubernamentales avanzaron en el este de la provincia de Hama, situada en el noroeste del país, hasta alcanzar la demarcación provincial de Al Raqa, cuya capital homónima es el bastión inexpugnable de los yihadistas en Siria.

Ni el Gobierno de Damasco ni los medios oficiales han anunciado la entrada de sus tropas en Al Raqa, pero la agencia de noticias siria SANA informó ayer de los avances realizados por el ejército en la zona de Azariya, en el este de Hama.

Según la agencia estatal, los soldados de Al Asad, apoyados por milicias leales al régimen, consiguieron cortar la principal vía de suministros del Dáesh en esa zona tras hacerse con el control de una rotonda y un cruce de carreteras, y en las operaciones abatieron e hirieron a muchos yihadistas.

Por su parte, el Observatorio dijo que al menos 26 yihadistas murieron, así como nueve militares del régimen, en los violentos enfrentamientos entre los dos bandos, en los que participó la aviación del Ejército sirio, apoyada por la de Rusia.

El Observatorio explicó que el objetivo de las fuerzas gubernamentales es llegar al lago Eúfrates (anteriormente conocido como lago Al Asad, de vital importancia para el suministro de agua en la zona) y hacerse con el control de la carretera que une Al Raqa con la vecina provincia de Alepo (noroeste).

Si las tropas de Damasco se hicieran con el control de esa área estratégica, el Dáesh se vería prácticamente aislado y rodeado en la provincia de Alepo por tres flancos: por parte del régimen, por el sur y suroeste; por los rebeldes armados, en el oeste de Alepo, y por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), por el este de la provincia.

Por su parte, las FSD, milicia kurdo-árabe apoyada por EEUU, lanzaron una ofensiva el pasado 24 de mayo contra los yihadistas en la provincia de Al Raqa, donde se han hecho con el control de una decena de municipios que estaban en manos del Dáesh hasta el momento.

El grupo terrorista también está perdiendo terreno a manos de las FSD en Alepo, donde la milicia ha arrebatado al Dáesh un total de 29 aldeas desde finales de mayo, con al apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por EEUU.

Mientras, la organización radical también está siendo acosada por sus enemigos en las dos principales regiones donde tiene presencia en Irak: en la zona de Mosul, en el norte, y en la ciudad de Faluya, en el oeste.

Las fuerzas iraquíes lanzaron a principios de esta semana una ofensiva para recuperar el control de Faluya, que cayó en manos del Dáesh en enero de 2014.

Las tropas iraquíes tomaron hoy el control de la zona de Al Saqlauiya, al norte de la ciudad de Faluya, después de varios días de enfrentamientos con el EI, que se ha replegado hacia el interior de la urbe, ante el asalto de las fuerzas gubernamentales.

En la operación participó la milicia chií progubernamental Multitud Popular y la aviación de la coalición internacional.

Las tropas iraquíes todavía combaten con los radicales en el núcleo de Al Saqlauiya, para expulsarles definitivamente y asegurarse el control de toda la zona, y cortar así las vías de suministros del Dáesh desde el flanco norte de Faluya, situada a 50 kilómetros al oeste de Bagdad.

Mientras, las fuerzas antiterroristas irrumpieron en el centro de la localidad de Al Naimia, al sur de la ciudad de Faluya, donde sólo quedan algunos focos de resistencia del EI.

De esta forma, se sitúan a las puertas del barrio de Al Shuhada, en el sur de Faluya, donde se están desarrollando violentos enfrentamientos con los radicales.

Asimismo, al menos 50 yihadistas fueron abatidos hoy en bombardeos de la coalición internacional y en enfrentamientos con las fuerzas de iraquíes, en el marco de la ofensiva de Faluya.

Los yihadistas también están siendo expulsados de varias áreas y localidades de la provincia de Nínive, donde tienen una destacada presencia y dominan la ciudad de Mosul, bastión del Dáesh en Irak.

Las tropas kurdas «peshmergas» lanzaron una gran ofensiva a principios de la semana, que les ha permitido situarse a 15 kilómetros de Mosul.

En las operaciones participan 3.000 hombres y el objetivo último es recuperar el control Mosul, gobernada por el Dáesh desde junio de 2014, cuando el grupo declaró un califato en los territorios que controla en Siria y en Irak.