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El terremoto que ha sacudido la zona noroeste de Ecuador este miércoles a mediodía, réplica del registrado el 16 de abril, ha dejado un saldo provisional de un fallecido y más de 80 heridos, según ha explicado el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, al término del Comité de Operaciones de Emergencia (COE).

Un mes después del seísmo que dejó 660 muertos, regiones como Esmeralda o Manabí han sentido este jueves dos réplicas de magnitud 6,8. La primera de ellas tuvo lugar de madrugada y no causó graves daños personales o materiales, pero la segunda sí que ha provocado una mayor alerta para población y autoridades.

Correa ha informado ante los medios de un balance provisional de víctimas que incluye un fallecido en la localidad de Tosagua, en Manabí. Se trata de un «adulto mayor» que perdió la vida «por causa directa o casi directa» del terremoto, según el presidente, que intenta «precisar la información».

Además, las autoridades tienen constancia de al menos 85 heridos leves, entre ellos algunos por traumatismos, así como de cortes eléctricos en algunas zonas.

«Tenemos todos los servicios públicos listos para atender cualquier situación específica», ha subrayado Correa, quien ha llamado a la «calma» recordando que Ecuador sigue bajo estado de excepción. En este sentido, ha apuntado que los servicios públicos continuarán con «normalidad» salvo que existan daños en estructuras.

El presidente ha reconocido que el país debe estar «preparado» para seguir sufriendo réplicas de magnitud superior a 6, eco del seísmo de 7,8 que hizo temblar gran parte de Ecuador el pasado 16 de abril. El Gobierno calcula que, desde entonces, se han registrado unas 1.5000 réplicas.