El vicepresidente de los EEUU John Kerry durante un acto junto al presidente Barak Obama. | Reuters

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El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, afirmó este jueves que las masacres cometidas por el grupo yihadista Dáesh con minorías religiosas en Irak y Siria suponen un «genocidio».

«Dáesh es responsable de genocidio con grupos religiosos», dijo Kerry en una comparecencia ante los periodistas en la sede del Departamento de Estado, en la que mencionó entre las víctimas a cristianos y yazidíes.

El Departamento de Estado de EEUU evalúa desde hace meses si calificar las muertes de personas de estas creencias a manos de Dáesh como genocidio y limpieza étnica, una definición legal que puede tener implicaciones prácticas, aunque altos cargos estadounidenses aseguraron que no obligará a EEUU a ampliar su campaña militar contra los yihadistas.

Kerry agregó que, en todo caso, él no es juez ni fiscal y que corresponde a un tribunal internacional la persecución de estas «atrocidades».

Estados Unidos apoyará «firmemente» los esfuerzos por documentar estas las atrocidades de las que acusa a Dáesh, agregó, al tiempo que mencionaba la investigación de la existencia de fosas comunes.

Según Kerry, «mencionar estos crímenes es importante, pero más importante es detenerlos».

El secretario de Estado de EEUU aseguró que Dáesh comete desde 2014 crímenes de este tipo y justificó en ello la formación de una coalición de 66 países para, dijo, «aislar más, debilitar y acabar con Dáesh».

«Nuestro objetivo es marginar y derrotar a este extremismo violento de una vez por todas», agregó.

La designación como genocidio los crímenes de Dáesh puede tener implicaciones prácticas, dado que Estados Unidos es parte de la convención de la ONU contra el genocidio, aprobada en 1948.

El pasado lunes, la Cámara de Representantes de EEUU ya aprobó una resolución que calificaba de «genocidio» la violencia de Dáesh en Irak y Siria contra los cristianos, los kurdos, los yazidíes y otras minorías.

En 1994, el Gobierno de Bill Clinton se resistió a emplear la etiqueta «genocidio» en el caso de Ruanda por temor a que eso le obligara a tomar medidas concretas, según aseguró en 2002 la actual embajadora de EEUU en la ONU, Samantha Power.

En 2004, el entonces secretario de Estado, Colin Powell, calificó el asesinato de miles de personas en la región sudanesa de Darfur como genocidio, la primera vez que EEUU usó ese término durante un conflicto.

No obstante, el Departamento de Estado aseguró entonces que esa denominación no obligaba legalmente a Estados Unidos a intervenir, y representaba más bien un motivo de presión moral.

En abril del año pasado, el Gobierno de Barack Obama fue objeto de críticas por negarse a utilizar el término «genocidio» para describir la matanza de cientos de miles de armenios por el Imperio Otomano en 1915, de la que se cumplían entonces cien años, ante la actitud negacionista de Turquía.