Un miembro de la asociación germano-tunecina entrega una rosa a una joven a las puertas de la estación de Colonia como forma de condena de las múltiples agresiones sexuales en Nochevieja, presuntamente cometidas por hombres de países árabes y norteafricanos. | MAJA HITIJ

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El Sindicato de la Policía (GdP) alemana afirma que «seguro» que había refugiados entre las personas que cometieron delitos en Colonia en Nochevieja, donde se registraron dos violaciones además de decenas de agresiones sexuales y robos, según avanza el diario «Welt am Sonntag».

El presidente del GdP, Arnold Plickert, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, asegura que la dirección de la policía mintió al indicar que se desconocía la identidad de los agresores porque los agentes realizaron controles e identificaron a muchas personas.

«A los compañeros se les presentaron varios documentos de la Oficina Federal para la Migración en los controles. Seguro que allí había refugiados entre los delincuentes», indica Plickert.

Según los últimos datos de la policía alemana, en Colonia se han presentado 121 denuncias, de las que 75 % relatan agresiones sexuales y robos y también se informó de dos violaciones.

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Plickert, que defiende la actuación policial, negó que nadie hubiese sido arrestado, retenido o identificado en Colonia en Nochevieja por los agentes desplegados en la estación central de trenes y sus alrededores.

«Según he podido saber, al menos en 80 casos se identificó a personas, se las detuvo o se las retuvo», agrega.

La publicación recoge también un documento interno de la policía en el que se dice que en las identificaciones se trataba «en su mayor parte de personas que se identificaban solamente con el documento de petición de asilo de la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF)».

El escándalo de las múltiples agresiones sexuales sufridas en el centro de Colonia en Nochevieja han conmocionado a la sociedad alemana y espoleado el debate en torno a la crisis de los refugiados y su integración.

A raíz de estos sucesos, el gobierno de la canciller Angela Merkel estudia la posibilidad de modificar la legislación vigente para poder expulsar a sus países de origen a los refugiados que sean condenados.