Imagen del exviceprimer ministro iraquí Tarek Aziz, la principal figura del Gobierno de Sadam Husein durante más de dos décadas. | ALI HAIDER

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El exviceprimer ministro y antiguo jefe de la diplomacia iraquí Tarek Aziz, figura clave del régimen de Sadam Husein durante dos décadas, murió este viernes a los 79 años de edad en un hospital del sur de Irak, tras pasar doce años en prisión.

Aziz, encarcelado desde la caída del régimen de Sadam en 2003 y condenado a muerte, sufría problemas cardiacos y respiratorios, así como diabetes e hipertensión.

Según un comunicado de la gobernación de la provincia meridional de Diqar, el exresponsable falleció de un infarto en el Hospital Al Husein, en el centro de la ciudad de Al Naseriya, la capital regional.

El vicegobernador de la provincia, Adel Dajil, explicó que la dirección de la cárcel de Al Naseriya trasladó al preso al hospital al haber sufrido un ataque cardiaco.

Aziz ya había sido hospitalizado en varias ocasiones durante sus años en la cárcel para recibir tratamiento médico a causa de su deteriorado estado de salud.

A la cárcel de Al Naseriya fue trasladado el año pasado por motivos de seguridad desde la prisión de Bagdad, en la que había ingresado en 2003.

Con el nombre de Mijail Yuhana, nació en una modesta familia cristiana de rito caldeo en 1936, en un pueblo situado cerca de la ciudad septentrional de Mosul.

Fue el único miembro cristiano del Gobierno de Sadam y uno de sus más estrechos colaboradores hasta la caída del régimen en 2003 por la invasión estadounidense.

Se le consideraba el «número dos» de la administración civil, ya que Sadam era presidente y también primer ministro. Con frecuencia actuó como jefe de Gobierno de facto.

Aziz se rindió a las tropas estadounidenses en 2003 y fue encarcelado primero en una prisión de máxima seguridad en Bagdad, de la que salió para comparecer ante los tribunales por causas propias o ajenas.

Después de la ocupación de Irak, el Ejército estadounidense distribuyó entre sus tropas una baraja de póker con la efigie de los cargos políticos más buscados del régimen caído, en la que el exviceprimer ministro fue el 8 de picas.

En octubre de 2010, un tribunal supremo penal -creado para enjuiciar a los representantes del régimen de Sadam- le condenó a la pena capital por asesinato premeditado y crímenes contra la humanidad.

La corte le consideró responsable de la persecución durante los años ochenta de militantes y dirigentes de partidos religiosos, que afectó especialmente a políticos chiíes.

Esta sentencia nunca llegó a aplicarse ya que requería la ratificación del entonces presidente iraquí, Yalal Talabani, quien se negó a firmar el acta alegando que había combatido junto a Aziz y que este además tenía una edad muy avanzada.

Además de la pena de muerte, sobre Aziz pesaban otras condenas, entre ellas de 15 y 10 años de prisión por torturas, y de 20 años por el asesinato de kurdos.

Aziz fue nombrado ministro de Información en 1974, cinco años después ocupó el cargo de viceprimer ministro, que desempeñó hasta 2003, y en 1983 se hizo también cargo de la cartera de Exteriores.

Además, fue secretario político del gobernante Partido Baaz y miembro del Consejo del Comando de la Revolución, integrado por diez personas de la máxima confianza de Sadam.

Con la muerte de Aziz son ya pocos los altos cargos del régimen de Sadam que quedan con vida, ya que muchos fueron ejecutados tras la caída del régimen, entre ellos el propio dictador.

Uno de los más destacados que continúa en paradero desconocido es el «número dos de Sadam», Ezat Ibrahim al Duri, que fue dado por muerto por error en abril pasado.