El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Sevilla. | Reuters

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El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha replicado este domingo duramente al primer ministro griego, Alexis Tsipras, que acusó a España y Portugal de haber querido llevar a Grecia al «abismo», y ha dicho que su Gobierno no es responsable de la «frustración» que ha generado la «izquierda radical» en ese país.

Rajoy se ha servido de su intervención en un mitin en Sevilla para responder a Tsipras y reprocharle haber prometido a los griegos lo que sabía que no podía cumplir, una crítica que también le ha servido para atacar implícitamente a Podemos, al subrayar que es «muy fácil inventarse un partido en media hora» pero cosa muy distinta es gobernar y tomar medidas para sacar un país adelante.

«Hablar es muy fácil pero luego la vida es muy dura» o «no es lo mismo hablar en un pabellón de deportes que ir a las reuniones del Consejo Europeo» han sido algunas de las frases del presidente del Gobierno y del PP para contraponer la gestión de su partido a las promesas que se hacen, no solo en Grecia sino también en España.

Y ha insistido en que «una cosa es predicar y otra dar trigo, una cosa es prometer y criticar al Gobierno» y otra coger un país «en la ruina, al borde de la quiebra y el rescate y sacarlo adelante». «Eso no es tan fácil», ha añadido.

Ante 2.500 personas, según la organización, en este acto junto al candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, Rajoy ha iniciado su intervención con el reproche a Alexis Tsipras, porque como ha subrayado, lo que ocurra en Grecia también es importante para España.

Ha insistido en que España, como el resto de los miembros de la UE, ha sido y seguirá siendo solidario con Grecia para ayudarle a sobrellevar este momento «muy difícil», pero ha advertido de que el país heleno tiene que cumplir por su parte con los compromisos adquiridos.

Todo en un mitin en el que el jefe del Ejecutivo ha recordado su promesa de cara a la próxima legislatura, la creación de tres millones de empleos para alcanzar los veinte millones de ocupados, un objetivo posible.

«A ver quien me argumenta en contra», ha apostillado Rajoy, quien ha arremetido también contra el PSOE al señalar que «no deja de tener gracia» que quienes destruyeron 3,4 millones de empleos quieran ahora «dar lecciones» en este campo. «Hombre por favor, denlas ustedes cuando gobiernen», ha añadido.

Dentro del objetivo de creación de empleo para toda España está el de crear 575.000 de puestos de trabajo en Andalucía para alcanzar el nivel de empleo que tenía esta comunidad en 2007, una cifra, ha dicho, «perfectamente conseguible» si se aplican las políticas populares.

Ha aprovechado ese momento para criticar a la Junta de Andalucía porque, según ha apuntado, «para prometer empleo hay que hacer reformas» y los socialistas llevan más de treinta años «sesteando» y sin ponerlas en marcha.

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En su tercera visita a Andalucía en el último mes, Rajoy ha vuelto a subrayar el compromiso con esta comunidad de Juanma Moreno, y lo ha contrapuesto a las aspiraciones políticas de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que según ha insistido van más allá de esta comunidad.

Así, ha dicho que Moreno no utilizará las instituciones de la comunidad para «hacer piruetas» políticas.

«Juanma ha venido a quedarse, se va a quedar aquí, no es como otra persona que yo no voy a citar y que todo el mundo sabe quién es. Juanma no», ha subrayado Rajoy aludiendo a Susana Díaz.

Y ha pedido a los alcaldes de las capitales andaluzas, gobernadas por el PP, y a todo el partido en la comunidad que ayuden al candidato a ganar las elecciones porque «uno solo no puede» y un proyecto como el de su partido no es solo «cosa de un señor».

Juanma Moreno, por su parte, ha desafiado a las encuestas -que auguran para el PP peores resultados que en 2012- al asegurar que el 22 de marzo «muchos se van a llevar una sorpresa» porque «triunfará el cambio» en Andalucía.

Y ha hecho un llamamiento a los votantes indecisos y a quienes ya apoyaron a los populares en 2012.

Ha dicho Moreno ser consciente de que hay andaluces «que aún se están pensando su voto» o que se están planteando apoyar «a nuevas formaciones políticas o quedarse en casa porque no quieren un PSOE fracasado o no están al cien por cien con el PP», ante lo que ha ofrecido la «estabilidad, el empleo y crecimiento» de los populares.

A esos ciudadanos «que se sienten huérfanos» se ha dirigido para insistir en que el voto es un instrumento «poderosísimo» con el que no se puede ni jugar ni frivolizar y para pedirles que lo usen como «palanca de cambio» en la región.

También ha repetido Moreno sus críticas a Díaz por querer ganar solo para «tener el aval y marcharse al día siguiente a disputar la secretaría general del PSOE a Sánchez».

Y ha insistido en el «compromiso» de Rajoy con Andalucía, comunidad a la que el Gobierno, ha dicho, ha ayudado «como nadie».