Los reyes don Juan Carlos (arriba, 3d) y doña Sofía (arriba, 2d), entre otras autoridades, observan a varios soldados del batallón del cuerpo nacional de carabineros del rey Balduino mientras llevan a hombros el ataúd de la reina Fabiola de Bélgica a su llegada a la catedral de San Miguel y Santa Gúdulalas en Bruselas. | OLIVIER HOSLET

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La reina Fabiola de Bélgica, fallecida hace una semana a los 86 años, ha sido despedida este viernes con un funeral de Estado en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas, que ha incluido guiños a su origen español como una Salve Rociera cantada por un coro de inmigrantes andaluces.

A la ceremonia, retransmitida en directo por todas las cadenas de televisión belgas, han asistido más de un millar de invitados, entre representantes de toda la realeza europea y personas anónimas.

El féretro blanco de la soberana, cubierto parcialmente por una bandera de Bélgica, ha reposado sobre el suelo de la catedral durante toda la ceremonia oficiada por el cardenal Godfried, por expreso deseo de la fallecida para mostrar humildad y como símbolo del regreso a la tierra.

Los reyes Felipe y Matilde de Bélgica, acompañados por sus cuatro hijos, han encabezado el cortejo fúnebre que, bajo la lluvia, ha acompañado los restos mortales de la que fue reina hasta la catedral de Bruselas desde el Palacio Real, en torno a las 10:00 horas. Los reyes Alberto y Paola, padres del monarca reinante, también han integrado el cortejo, escoltado por 130 carabineros a caballo de la Guardia Real.

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San Miguel y Santa Gúdula fue el escenario de la boda de Fabiola con Balduino en 1990 y de las exequias del rey cuando falleció en 1993. Una fotografía de la pareja en su juventud ha presidido el funeral de este viernes.

Los reyes eméritos de España, don Juan Carlos y doña Sofía, que llegaron el jueves por la tarde a Bruselas para asistir al velatorio privado de Fabiola, han estado entre los invitados reales al funeral de Estado. Otros representantes de las casas reales como Beatriz de Holanda y los Grandes Duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo también han estado presentes.

La ceremonia, por expreso deseo de Fabiola, ha sido sencilla, pero con momentos alegres y guiños a su origen español. Además del himno belga 'La Brabanzona', que ha sonado en dos ocasiones, y piezas clásicas como la Pasión de San Mateo de Bach, se han interpretado otras como la versión que el cantautor belga Jacques Brel hizo de 'El Hombre de La Mancha' y un coro de inmigrantes andaluces ha cantado la Salve Rociera.

Tras unas dos horas de funeral de Estado, el féretro de la reina Fabiola ha sido trasladado en un segundo cortejo más íntimo a la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken, en donde reposan los restos de Balduino y de los monarcas anteriores. Esta segunda ceremonia, más sobria, ha concluido con la sepultura de los restos mortales de Fabiola en la cripta real.