Manifestantes se congregan este 24 de noviembre de 2014 frente a la Casa Blanca, en Washington (EE.UU.) para protestar por la decisión del gran jurado. | MICHAEL REYNOLDS

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Darren Wilson, el policía blanco que mató al joven afroamericano Michael Brown este agosto en Ferguson (EE.UU.), seguirá libre y sin cargos después de que un gran jurado concluyera este martes que no hay pruebas suficientes para imputarlo, anunció el fiscal del condado de San Luis Robert McCulloch.

En el sistema judicial de Estados Unidos el gran jurado decide si hay pruebas suficientes para presentar cargos contra una persona, por lo que tras su decisión el caso de Wilson queda cerrado por esta vía.

Tras escuchar la versión de 60 testigos, el gran jurado decidió que no existe «causa probable» para imputar al agente, que el 9 de agosto disparó en repetidas ocasiones al joven de 18 años, desarmado, en circunstancias por esclarecer.

No obstante, continúa la investigación del Departamento de Justicia sobre si hubo una violación de los derechos civiles en un caso en el convergen dos debates clave: la discriminación racial y la violencia policial.

La familia del joven expresó «su profunda decepción» tras conocer el fallo pero pidió a los manifestantes que eviten los altercados: «responder a la violencia con violencia no es la respuesta», señalan en su nota.

El gran jurado que ha fallado sobre este caso se formó en mayo, meses antes del suceso, y lo conforman nueve blancos y tres afroamericanos, cinco mujeres y siete hombres.

Disturbios

La decisión del gran jurado desató inmediatamente violentos disturbios en Ferguson, mientras las grandes ciudades del país se solidarizan con protestas pacíficas.

Coches incendiados, destrozos en ventanas y vehículos, saqueos y sonidos de disparos tomaron tras anunciarse el fallo la avenida West Florissant de Ferguson y sus alrededores, epicentro de la ola de disturbios raciales que desató el 9 de agosto la muerte de Brown, desarmado y con 18 años, a manos del agente blanco Darren Wilson.

Los manifestantes denunciaron el uso de gases lacrimógenos por parte de los agentes pero la Policía del condado de San Luis aseguró en su cuenta de Twitter que sólo usa «humo» para dispersar las protestas.

El área de Ferguson, en San Luis, está bajo máxima alerta, con el FBI y la Guardia Nacional preparados para intervenir si las protestas convocadas para esta noche derivan en fuertes disturbios como los que vivió esta pequeña localidad tras la muerte de Brown el 9 de agosto.

Por el momento ya se han registrado enfrentamientos entre los agentes y los manifestantes, con destrozos en los negocios y vehículos de la zona.

El presidente del Gobierno, Barack Obama, recordó el deseo de los familiares del joven en un discurso no previsto desde la Casa Blanca en el que llamó a la calma y pidió «contención» a manifestantes y agentes.

«En los próximos días -los agentes- tendrán que trabajar con la comunidad, no contra la comunidad, y distinguir al reducido núcleo de personas que quizás usen la decisión del gran jurado como una excusa para la violencia», señaló.

Las protestas trascienden Ferguson y se extienden a Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Washington DC, Oakland y otras grandes ciudades del país.

La indignación se ha desatado tras conocer que, Darren Wilson, el policía blanco que mató a Brown, seguirá libre y sin cargos al concluir un gran jurado que no hay pruebas suficientes para imputarlo.

Tras escuchar la versión de 60 testigos, el gran jurado decidió que no existe «causa probable» para imputar al agente, que el 9 de agosto disparó en repetidas ocasiones al joven de 18 años, desarmado, en circunstancias por esclarecer.