En la imagen se aprecia el objetivo de los cazas franceses Rafale antes y después del ataque. | HANDOUT

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La aviación francesa se sumó ayer a las operaciones militares en Irak con su primer bombardeo contra posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI), coincidiendo con nuevos combates en el norte y dos sangrientos atentados.

El blanco de los cazas fue un almacén logístico en el noreste del país, que «fue alcanzado y completamente destruido», según anunció el presidente francés, François Hollande, que adelantó que habrá más operaciones «en los próximos días».

Aviones Rafale despegaron de una base francesa en Emiratos Árabes Unidos y llevaron a cabo este primer ataque, que algunas fuentes apuntaron tuvo lugar cerca de la ciudad de Mosul, la segunda más importante de Irak y que permanece en manos del EI desde el pasado junio.

Desde esa base emiratí han salido otras aeronaves en los últimos días para inspeccionar el terreno (ayudadas por los satélites militares) e identificar combatientes del EI, vehículos y armas.

Petición de Irak

Hollande explicó que este bombardeo responde a la demanda de las autoridades iraquíes, al tiempo que insistió en que, en ningún caso, intervendrán tropas terrestres francesas.

Estados Unidos comenzó a bombardear posiciones del EI en Irak el pasado 8 de agosto y desde entonces ha intentado construir una coalición internacional para reforzar esta campaña, que ya empieza a dar sus frutos.

Tras el inicio de las operaciones de Francia, la máxima autoridad religiosa chií de Irak, el ayatolá Ali al Sistani, destacó la importancia del apoyo internacional a Irak en su lucha contra el EI.