GSP58. Vatican City (Vatican City State (holy See)), 08/06/2014.- Orthodox Ecumenical Patriarch Bartholomew (R-L), Pope Francis, Palestinian President Mahmoud Abbas, and Israeli President Shimon Peres plant an olive tree as a symbol of peace at the end of the three distinct moment of prayer, Jewish, Christian and Muslim, together for Peace in the Vatican gardens, Vatican City, 08 June 2014. Pope Francis was due to host an unprecedented session of prayers at the Vatican with the presidents of Israel and the | MAX ROSSI / POOL

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El Papa Francisco dijo ayer a los líderes de Israel y de los palestinos que «deben responder» al anhelo de sus pueblos por la paz en Oriente Medio y encontrar «la fortaleza para perseverar en un diálogo sin temor».

El papa hizo su llamamiento al presidente israelí, Simon Peres, y a su contraparte palestina, Mahmoud Abás, al finalizar una ceremonia de dos horas en los jardines del Vaticano, en un encuentro que él espera que relance el proceso de paz de Oriente Medio.

El encuentro sin precedentes de Francisco con los presidentes palestino e israelí para invocar la paz se celebró en un rincón de los Jardines Vaticanos, resguardado por altos arbustos y con vistas a la cúpula de la Basílica de San Pedro.

La reunión de oración se produjo después de que el papa invitase a ambos mandatarios a su «casa» para rezar por la paz durante su viaje a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo pasados.

Esfuerzos

El custodio de tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa, encargado de organizar el encuentro, había advertido de que nadie pensase que «estallaría» la paz en Medio Oriente tras esta celebración, pero, al menos, los dos presidentes dejaron clara su intención de querer esforzarse por poner la palabra fin al conflicto.

Durante la ceremonia, en la que el papa Francisco estuvo sentado entre los presidentes palestino e israelí, judíos, cristianos y musulmanes dieron las gracias por la Creación, pidieron perdón por los pecados y, sobre todo, invocaron la paz. Salmos, lecturas de la Biblia, una oración del rabino Nahman de Breslau, el «Mea Culpa» que pronunció en 2000 san Juan Pablo II, un escrito de San Francisco de Asís y textos inspirados en el Corán, junto con varias piezas musicales crearon una atmósfera íntima para una ceremonia calificada de histórica.

Después, Francisco se dirigió a los mandatarios para indicarles que «para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra».

Peres expresó el deseo de que «la verdadera paz pueda convertirse en nuestra herencia temprana y rápida» y aseguró que israelíes y palestinos «desean todavía ardientemente la paz».

Abás pidió, además de la paz para «nosotros y nuestro vecinos», también «libertad» para Palestina, un «estado soberano e independiente».