Imagen de la sede central que la compañía de telecomunicaciones británica tiene en Madrid. | Reuters

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La compañía de telecomunicaciones británica Vodafone reveló ayer en un informe que en seis de los 27 países en los que opera los gobiernos han tenido acceso directo a datos almacenados en sus redes, por lo que pueden tener una vigilancia «permanente de las comunicaciones de sus clientes».

Vodafone dice que sus clientes tienen derecho a la privacidad, protegida por la legislación internacional humanitaria y promulgada en leyes nacionales, y respetarlo es una de sus prioridades.

De acuerdo con la empresa, los cables de estos seis gobiernos conectados a sus redes permiten escuchar y grabar conversaciones, pero no menciona qué países son por razones legales.

Según el informe, en algunos países la compañía está obligada por ley a desvelar información sobre sus clientes, de lo contrario los Gobiernos pueden retirarle la licencia para operar.

Las organizaciones defensoras de la intimidad de los ciudadanos han admitido que es una «pesadilla» que esto suceda.

«El que los Gobiernos tengan acceso a las llamadas telefónicas haciendo accionar un interruptor no tiene precedentes y es aterrador», dijo la directora de la organización defensora de los derechos civiles, Shami Chakrabarti.

En relación con estas revelaciones, el diario «The Guardian» informa ayer de que las firmas de telecomunicaciones no tienen información sobre la identidad o el número de clientes víctimas de la vigilancia y al parecer las agencias gubernamentales no tienen que justificar sus actividades a las mismas empresas.

Según pudo saber el periódico de fuentes del sector de telecomunicaciones, en algunos casos el acceso directo a los cables instalados por los gobiernos es a través de equipos colocados en una habitación cerrada y los que trabajan allí pueden ser empleados de la misma empresa de telecomunicaciones.

«Esta es una pesadilla que nos imaginamos», dijo el director de la organización Privacy International, Gus Hosein, que lucha a favor de respetar la intimidad de los ciudadanos.

«Nunca hubiera pensado que las telecom (las compañías de telecomunicaciones) pudieran ser cómplices. Es un paso valiente por parte de Vodafone y esperamos que otras empresas sean más valientes con revelaciones», añadió Hosein.