Columna de humo en el aeropuerto internacional de Donetsk, cerrado ayer por exigencia de los rebeldes. | ROMAN PILIPEY

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Al menos una persona murió ayer en la estación de ferrocarril de Donetsk, aunque las circunstancias en las que ocurrió no están claras, según informan medios locales, mientras continuaban los fuertes combates en el aeropuerto de esa localidad entre rebeldes prorrusos y fuerzas ucranianas.

La agencia rusa Itar-Tass informó de que un «civil pacífico murió en la estación en enfrentamientos» entre prorrusos y la Guardia Nacional ucraniana.

Mientras tanto, según informó la autoproclamada república popular de Donetsk en su cuanta de Twitter, se registraron otras dos potentes explosiones en el aeropuerto.

También dijo que las autodefensas prorrusas habían enviado refuerzos al recinto, en concreto el batallón Vostok (este).

Según el corresponsal del canal ruso Rossia 24, «el aeropuerto está totalmente bajo control de la república popular».

Las autoridades ucranianas confirmaron que su fuerza aérea había lanzado un ataque en el aeropuerto de Donetsk para desalojar a los rebeldes prorrusos tras darles un ultimátum.

Al no cumplirse, «se lanzó un ataque aéreo sobre las posiciones de los terroristas», señaló Vladislav Selezniov, jefe de prensa de la operación que desarrollan las fuerzas ucranianas contra los bastiones prorrusos.

El aeropuerto internacional de Donetsk dejó de operar porla mañana por exigencia de los rebeldes prorrusos que entraron al recinto y más tarde tomaron el control del mismo.

El presidente electo de Ucrania, Petró Poroshenko, se mostró ayer dispuesto a entablar negociaciones con el líder ruso, Vladímir Putin, pero descartó el diálogo con los insurgentes prorrusos, hacia los que prometió mano dura.

«Rusia es nuestro mayor vecino. Parar la guerra, llevar la paz a todo el país y la estabilidad al Este sería imposible sin la participación de Rusia. Putin y yo nos conocemos muy bien», aseguró.