Un grupo de personas trasladan el cuerpo del jefe de la policía de investigación, Tarek al Mergaui. | STRINGER/EGYPT

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La explosión de tres artefactos caseros ayer a las puertas de la Universidad de El Cairo causó la muerte a un general de la policía y añadió conmoción a una comunidad educativa que se halla envuelta en el caos por la situación política.

Las dos primeras bombas, de fabricación casera y cargadas con metralla, explotaron poco antes del mediodía, tras ser detonadas a distancia junto a un puesto de control policial frente a la facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo.

El general Tarek al Mergaui, jefe de la Policía de investigación en el sector oeste de Guiza (oeste de El Cairo), perdió la vida por el impacto de los clavos.

Otros cinco oficiales resultaron heridos de distinta consideración en esas primeras explosiones, explicó el director de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Jaled al Jatib.

Dos horas después, cuando curiosos y periodistas se congregaban frente a la facultad de Ingeniería, un nuevo explosivo fue detonado junto a las ambulancias y furgones policiales que se habían desplazado al lugar, aunque no causó heridos.

«La policía estaba dispersando a los curiosos y los había agrupado junto a los cámaras de televisión en una rotonda cuando, justo delante, se produjo una explosión relativamente pequeña», explicó un testigo presencial.

Tras el estallido, que levantó una columna de polvo y humo de unos veinte metros, los presentes abandonaron a la carrera el lugar, en medio del pánico y la confusión.

Según la televisión estatal, los artificieros de la policía tuvieron que desactivar una cuarta bomba, en este caso de dinamita, en un coche hallado en las cercanías.

El grupo Aynad Misr (Soldados de Egipto), de reciente creación, asumió la autoría de los ataques «en respuesta al aumento de las campañas de detención de mujeres y jóvenes», y dijo haber anulado o limitado otras acciones que podían haber matado a civiles.

No parece casual el lugar escogido para llevar a cabo los atentados, pese a estar dirigidos contra la policía. La Universidad de El Cairo se ha convertido en el principal escenario de las manifestaciones en favor del depuesto presidente Mursi.