El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, durante una rueda de prensa en la sede de la Comisión Europea. | Efe

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El ministro principal escocés, Alex Salmond, ha visto esta semana negadas dos de sus principales propuestas para una eventual Escocia independiente: el mantenimiento de la libra esterlina y la pertenencia a la Unión Europea (UE).

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, afirmó hoy que la adhesión de una Escocia independiente a la Unión Europea sería «extremadamente difícil, si no es imposible», pues debería contar con el apoyo de «todos» los socios comunitarios.

En una entrevista en la BBC, Barroso insistió en la dificultad de que 28 socios de la UE apoyen la entrada al bloque de un país escindido de uno de sus miembros, el Reino Unido, y puso como ejemplo la posición española sobre Kosovo.

«Vemos que España se opone incluso al reconocimiento de Kosovo, por ejemplo. Y en cierta forma es un caso similar porque se trata de un nuevo país y creo que va a ser extremadamente difícil, si no es imposible, que todos aprueben a un nuevo miembro que procede de uno de nuestros países», indicó Barroso, que precisó que no desea «interferir en este debate democrático».

Sus palabras suponen un nuevo varapalo para el nacionalista Alex Salmond, que promueve el «sí» en el referéndum de independencia de Escocia previsto para el 18 de septiembre y que este jueves ya vio negado el mantenimiento de la unión monetaria con el Reino Unido.

Los tres grandes partidos británicos -los conservadores y liberaldemócratas que gobiernan y los laboristas de la oposición- se unieron ese día para dejar claro que rechazarían que la libra esterlina sea la moneda de una Escocia independiente.

El Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Salmond cree que estas posiciones son fruto del «acoso» de las autoridades británicas, al tiempo que calificó de «ridículas» las palabras de Barroso sobre la permanencia de una Escocia independiente a la UE.

La número dos del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, calificó hoy de «ridícula la comparación con Kosovo» alegando que «Escocia ya es miembro de la UE y lo ha sido durante 40 años» y dijo que no compete a la Comisión Europea decidir sobre la posición de otros estados miembros o «los deseos democráticos de la población escocesa».

«La cuestión es que ningún estado miembro ha dicho que vetaría que Escocia siguiese perteneciendo» a la UE, manifestó la viceministra principal de Escocia.

En su Libro Blanco sobre la independencia, el SNP aboga por negociar la posición de Escocia en la UE en los 18 meses siguientes al referéndum si triunfa la opción del sí, pero desde dentro del bloque comunitario.

Hoy se divulgó además que Salmond ha escrito al primer ministro británico, David Cameron, denunciando el «acoso» de algunos de los miembros de su Gobierno y su cambio de «tono», ante la cercanía de la fecha de la consulta y el avance en las encuestas de la posición independentista.

Aunque todavía detrás de la opción del «no», un sondeo reciente de ICM reveló que la tendencia a favor de la independencia de Escocia ha subido del 32 al 37 %, mientras la campaña que apoya la unión descendió del 49 al 44 %.

La llave pueden tenerla el elevado número de indecisos, que según las encuestas están especialmente preocupados por la economía.

Los líderes nacionalistas de Escocia consideran «un farol» la amenaza británica sobre la libra, al tiempo que amagan con no pagar su parte de la deuda pública si finalmente se les niega la unión monetaria.

Alex Salmond cree viable la independencia de Escocia apoyada en los recursos del petróleo del Mar del Norte y aboga por un nuevo Estado que mantenga la libra esterlina y a la reina Isabel II como jefa de Estado, y forme parte de la UE y la OTAN, entre otros organismos internacionales.

El próximo 18 de septiembre, los mayores de 16 años residentes en Escocia, cuya población total es de 5,3 millones de personas, están convocados a las urnas para responder con un sí o un no a la pregunta «¿Debería ser Escocia un país independiente?».

Escocia está unida a Inglaterra a través de la llamada Acta de Unión de 1707.