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Hombres armados han matado este miércoles a seis guardas que protegían a un ciclista español en un remota zona del oeste de Pakistán en la que el día anterior murieron 24 peregrinos chiíes en un atentado con bomba, ha informado la Policía.

El ciclista, que ha sufrido heridas leves, había cruzado a la provincia paquistaní de Baluchistán, en el oeste de Pakistán, desde Irán. Otros seis guardas han resultado heridos en el ataque. La Policía paquistaní ha asegurado que desconoce por qué se encontraba el ciclista en esa zona tan peligrosa.

Al ciclista le fue asignada una escolta por parte de las fuerzas de seguridad paquistaníes porque esa provincia está plagada de secuestradores, milicianos del movimiento Talibán, insurgentes separatistas, escuadrones de paramilitares y narcotraficantes.

En marzo de 2013, dos mujeres que hacían la misma ruta en autobús fueron secuestradas y todavía parecen en poder de sus captores. El ciclista y sus guardas estaban viajando por el distrito de Mastung cuando fueron atacados por hombres armados.

«Seis de nuestros agentes de seguridad han sido asesinados cuando intentaban salvar al ciclista español, que ha sufrido heridas leves», ha relatado Shafqat Anwar Shawani, asesor del comisario jefe de Policía en el distrito de Mastung. Uno de los asaltantes ha muerto también en el ataque.

El ataque ha llegado un día después de que el martes un atentado con bomba contra un autobús acabara con la vida de 24 peregrinos chiíes, incluidas varias mujeres y niños. Este tipo de atentados sectarios están aumentando en Pakistán, un país en el que los chiíes suponen el 20 por ciento de una población de 180 millones de personas.

Este miércoles, cientos de chiíes se han manifestado para condenar el atentado con una sentada junto a los cadáveres de los fallecidos en una carretera de la capital de la provincial de Baluchistán, Quetta. Esta comunidad celebró manifestaciones similares en Quetta cuando en 2012 una serie de atentados acabaron con la vida de unas 200 personas en esta región.