El presidente de Caixabank, Isidre Fainé, está en Argentina en calidad de primer accionista de Repsol (13 % del capital). | Reuters

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Los gobiernos de España y Argentina han alcanzado en Buenos Aires un principio de acuerdo sobre la expropiación de las acciones de la petrolera española Repsol en la argentina YPF, han confirmado fuentes próximas a la negociación. Según las fuentes, ese principio de acuerdo se produjo durante una reunión mantenida en Buenos Aires por el ministro español de Industria, José Manuel Soria, con el recién nombrado jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich.

Fuentes de Repsol han señalado que el principio de acuerdo está subordinado a la valoración que haga el Consejo de Administración de la petrolera, «que deberá pronunciarse sobre sus términos y condiciones en su reunión del próximo miércoles 27 de noviembre».

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Al encuentro asistieron también el nuevo ministro de Economía argentino Axel Kicillof -considerado el ideólogo de la expropiación-; el secretario general y técnico, Carlos Zannini, y el presidente de YPF, Miguel Galuccio.

La delegación española, encabezada por Soria, ha contado también con el presidente de Caixabank, Isidre Fainé, en calidad de primer accionista de Repsol (13 % del capital), y con tres directivos de la petrolera.

Por parte de Repsol, han viajado a Argentina el director general de Exploración y Producción, Luis Cabra; el director general de Operaciones, Nemesio Fernández Cuesta, y el vicesecretario general y coordinador de actuaciones YPF, Miguel Klingenberg.

También ha asistido al encuentro el director general de Pemex -segundo accionista de Repsol, con una participación del 9,3 %-, Emilio Lozoya, quien ha protagonizado esta semana duros ataques contra la dirección de la petrolera.

El objetivo de este encuentro era resolver el conflicto abierto tras la nacionalización por parte del Gobierno argentino del 51 % de las acciones de YPF, todas ellas de Repsol, en abril de 2012. Las fuentes señalan que la delegación española tenía previsto pedir una compensación de 5.000 millones de dólares (3.823 millones de euros).