Funeral de un miembro de la Guardia Nacional tunecina en Sidi Bouzid. | STR

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Centenares de opositores al Gobierno islamista tunecino se manifestaron ayer en la capital, donde tendrá lugar el diálogo para intentar resolver la crisis política. La oposición, que cuenta con el apoyo de amplios sectores de la sociedad y del Ejército, exige la dimisión del Gobierno y la aprobación de una nueva Constitución. Pero de momento la única respuesta integrista es la violencia.

Varias ciudades tunecinas fueron ayer escenario de una oleada de protestas por la muerte de ocho miembros de la Guardia Nacional en un ataque perpetrado el miércoles por supuestos terroristas en la provincia interior de Sidi Buzid.

Al menos tres sedes del partido islamista gobernante Al Nahda han sido atacadas e incendiadas en las ciudades de El Kef, fronteriza con Argelia; Beja, a 145 kilómetros al sur de la capital, y en la localidad costera de Monastir.

Manifestación

Un millar de ciudadanos se manifestó por el centro histórico de la ciudad industrial de Sfax, a 255 kilómetros al sureste de la capital, coreando consignas contra el Gobierno de Ali Laridi, miembro de Al Nahda, a quien responsabilizan del deterioro de la seguridad en el país. En esta localidad, los participantes en las protestas, entre los que había numerosos estudiantes, asaltaron también el ayuntamiento.

Asimismo, según fuentes sindicales, las regiones del interior de Sidi Buzid y Kaserín quedaron paralizadas como consecuencia de la huelga general convocada por la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) en solidaridad con las fuerzas y los cuerpos de seguridad del Estado.

En la capital, estudiantes adscritos a los sindicatos obreros se enfrentaron con compañeros de la corriente islámica en la Facultad de Ciencias y Letras del Campus de la Manuba, después de que los segundos intentaran impedirles iniciar una marcha de protesta en dirección a la sede del Gobierno, situada en la Casba. Una fuente sindical aseguró que todas las escuelas de enseñanza primaria del país secundarán hoy un paro de dos horas en señal de duelo por la muerte de los agentes.