El secretario de Estado de EEUU, John Kerry (i), y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se saludan tras la primera reunión sobre Siria. | MARTIAL TREZZINI

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El presidente de Siria, Bachar al Asad, amagó ayer con poner las armas químicas de su país bajo control internacional para lo que su Gobierno ha remitido un documento a la ONU, aunque puso como condiciones a Estados Unidos que deje de proveer armas a los rebeldes y cese en sus amenazas. El mandatario sirio, que denunció en una entrevista con el canal de noticias ruso «Rossía 24», que los rebeldes sirios reciben sustancias químicas del exterior, dijo que pondrá su arsenal de armas químicas bajo control internacional «por Rusia».

Asad explicó que remitían a la ONU y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas los documentos necesarios para la firma del acuerdo para la entrega del arsenal químico sirio.

«Después, comenzará el trabajo que conducirá a la firma de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas. Esa convención contiene muchos puntos. Uno de ellos es la prohibición de la producción de armas químicas y también la prohibición de su almacenamiento y empleo», señaló. Las declaraciones se produjeron antes del comienzo en Ginebra de la reunión entre su ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, John Kerry.

Documento

La ONU anunció que había recibido un documento de las autoridades sirias con el que iniciaban los trámites legales para unirse a la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas. «Hemos recibido un documento de adhesión y estamos en el proceso de traducirlo y estudiarlo», confirmó un portavoz de la ONU, Farhan Haq.

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha advertido de que la propuesta rusa para que Siria coopere con la comunidad internacional en el control de armas químicas servirá solo si EEUU y sus aliados renuncian al uso de la fuerza contra Damasco.

«Es difícil obligar a algún país, sea Siria u otro, a desarmarse de manera unilateral si se está preparando contra él una acción de fuerza», comentó Putin.

Desde Pekín, el Gobierno chino invitó a adoptar una respuesta «positiva y racional» y apostó por la celebración de una segunda conferencia internacional en Ginebra en una «fecha temprana». «Han emergido importantes oportunidades para relajar las tensiones en Siria. Esperamos que todas las partes puedan aprovecharlas», manifestó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei. Su comentario respondía al Gobierno francés quien ha reiterado que la opción militar permanece «abierta» si fracasa la vía diplomática.