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El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid Muallen, saludó este lunes la propuesta de Rusia de que Damasco coopere con la comunidad internacional en el control de armas químicas y en su total destrucción.

«En relación con esto, declaro que la República Árabe de Siria saluda la iniciativa rusa, partiendo de la preocupación de los dirigentes sirios por la vida de sus ciudadanos y la seguridad en nuestro país», dijo Muallem, según las agencias rusas.

El jefe de la diplomacia del país árabe, que se reunió hoy en Moscú con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se mostró también «convencido de la sabiduría de los dirigentes rusos que intentan evitar una agresión norteamericana contra nuestro pueblo».

Poco antes, Lavrov había instado a Damasco en rueda de prensa a que proceda «a la destrucción total de estas armas» y adelantó que ya había transmitido dicha propuesta a su colega sirio.

«Si el establecimiento del control sobre las armas químicas en Siria ayuda a evitar el ataque (contra este país), Rusia se sumará inmediatamente a este proceso», aseveró.

Lavrov apoyó así la oferta que le hizo hoy al régimen de Bachar al Asad el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que aseguró en Londres que EEUU no atacaría Siria si Damasco entrega antes de la próxima semana todas sus armas químicas.

«No sabemos si lo van a aceptar en Siria, pero (si la oferta de Kerry es cierta) nos ponemos inmediatamente a trabajar con Damasco. Esperamos una rápida y espero que positiva respuesta», recalcó el ministro ruso.

Rusia insta a Siria «no sólo a poner bajo control internacional los lugares donde se guardan las armas químicas, sino también a proceder a su posterior destrucción y además sumarse plenamente a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas», según Lavrov.

Precisamente, Rusia anunció hoy que ha destruido ya un 76 por ciento de sus arsenales de armas químicas conforme a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas, en vigor desde 1997.

Según ese documento, los 195 países que la han suscrito -Rusia y EEUU poseen la mayoría de esas armas- están obligados a desmantelar todo su armamento químico.

El último país en utilizar armas químicas fue Irak, bajo Sadam Husein, primero en su guerra contra Irán y luego, en 1988, contra la localidad kurda de Halabja.

Por el momento, Siria y otros regímenes denostados por Occidente como el de Corea del Norte aún no han suscrito dicha convención; mientras Israel la ha firmado, pero no ratificado.