El ministro de Vivienda, Uri Ariel, anuncia ante la prensa la construcción de nuevas viviendas en las zonas ocupadas. | RONEN ZVULUN

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A cuatro días del previsto comienzo de las negociaciones de paz con los palestinos, Israel anunció ayer la construcción de unas 1.200 viviendas en territorio ocupado como contrapartida a la decisión de liberar de la cárcel a los primeros 26 presos de 103 que cumplen condena desde antes de 1993.

La decisión, que ha suscitado la natural condena palestina, fue anunciada por el Ministerio israelí de Vivienda.

«Seguiremos vendiendo casas y construyendo en todas las partes de Israel (...) para dar respuesta a las necesidades de vivienda de los ciudadanos de Israel. Es lo correcto por motivos tanto sionistas como económicos», argumentó el ministro israelí de Vivienda, Uri Ariel, del partido Habait Hayehudí, que representa a los intereses del movimiento colono.

Coordinado por Kerry

La construcción, coordinada con EEUU cuando el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, gestionaba hace varias semanas un acuerdo para reactivar las negociaciones en Oriente Próximo, se producirá en zonas ocupadas de Jerusalén y en los grandes bloques de asentamientos -Gush Etzión, Ariel y Maalé Adumim- que Israel aspira a anexionarse en un eventual acuerdo de paz.

El diario Yediot Aharonot informó el pasado julio de que la construcción de estas viviendas sería «tolerada» por EEUU para ayudar a Netanyahu a esquivar las críticas del ala más derechista de su Gobierno y permitirle cumplir algunas de las demandas que exigía el líder palestino, Mahmud Abás, entre ellas la liberación de los 103 presos que cumplen condena desde antes de los acuerdos de Oslo (1993).

El primer grupo, de 26, está previsto que salga de prisión mañana. La comisión ministerial responsable se reunió anoche en Jerusalén -sin la presencia de un convaleciente Netanyahu, operado de una hernia umbilical- para decidir sus nombres.