El eurocomisario de Mercado Interior, Michael Barnier, defendió crear una autoridad europea para liquidar bancos. | FRANCOIS LENOIR

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La Comisión Europea (CE) descartó ayer que la banca española necesite, de momento, ayudas adicionales a los 41.300 millones de euros ya desembolsados, pero alertó de que existen importantes desafíos y riesgos para el sector.

«No hay actualmente ninguna razón para prever más desembolsos en el programa», señaló el Ejecutivo comunitario en el informe completo sobre la tercera revisión del rescate bancario español, que ha sido elaborado con la colaboración del Banco Central Europeo (BCE).

En el documento, de 46 páginas, Bruselas afirma que el plan de saneamiento de la banca española continúa encarrilado y que España ha cumplido casi todas las condiciones establecidas, tal y como avanzó el 3 de junio en un análisis preliminar tras la supervisión que realizó del 21 al 31 de mayo pasado en Madrid.

Más solvencia

La solvencia de los bancos españoles ha aumentado tras la recapitalización y la transferencia de activos a la Sareb, el conocido como «banco malo», con ratios por encima de los requisitos europeos, pero la Comisión pide a España que vigile continuamente la evolución de la calidad de los activos y los balances.

Ello se debe a la existencia de algunos desafíos y riesgos importantes que podrían dificultar la estabilización final del sector, entre ellos el decreto andaluz contra los desahucios, recurrido por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional.

Bruselas reitera su preocupación por el plan andaluz, ante el temor de que las sanciones por las casas vacías y las expropiaciones temporales a los bancos para evitar desahucios en situaciones vulnerables puedan poner en peligro los objetivos del programa de rescate bancario y ahuyentar a los inversores.