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Las Fuerzas Armadas egipcias anunciaron hoy que el presidente del Tribunal Constitucional Supremo asumirá provisionalmente la Presidencia de Egipto, en lugar del hasta ahora jefe del Estado, Mohamed Mursi.

En un discurso televisado a la nación, el jefe del Ejército, mariscal Abdel Fatah al Sisi, anunció que se ha decretado la suspensión temporal de la Constitución egipcia.

El presidente de la Corte Constitucional administrará la etapa interina y convocará elecciones presidenciales anticipadas, dentro de la hoja de ruta acordada por el Ejército con las fuerzas del país.

El presidente tendrá todo el poder para hacer declaraciones constitucionales y para designar a un jefe de Gobierno con prerrogativas, dijo Al Sisi.

Además, se formará un comité de expertos para enmendar la Constitución, según el plan trazado por Al Sisi, que estaba rodeado por líderes políticos además del jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb, y el papa copto, Teodoro II.

Al Sisi dijo que el discurso a la nación que ofreció ayer Mursi "no respondió a las demandas del pueblo", después del ultimátum de 48 horas que le había dado el Ejército, por lo que las Fuerzas Armadas han decidido abrir consultas con representantes de las fuerzas nacionales.

Júbilo en las calles

Una explosión de júbilo inundó hoy la plaza Tahrir tras el anuncio del Ejército egipcio, que suspendió la Constitución y declaró al presidente del Tribunal Constitucional como nuevo mandatario provisional del país en lugar del islamista Mohamed Mursi.

Cientos de miles de personas se concentran en la céntrica plaza ondeando banderas de Egipto y bajo el ensordecedor ruido de los fuegos artificiales.

La emoción se ha desbordado en Tahrir, que también fue el epicentro de la revolución que desbancó del poder al presidente Hosni Mubarak en 2011.

Los opositores cantan el himno nacional y canciones patrióticas en señal de alegría, mientras algunos apuntan con rayos láser hacia los helicópteros militares que sobrevuelan la plaza.

"Llevábamos tanto tiempo esperando este momento que ahora que ha ocurrido es emocionante. A Egipto le espera un futuro mejor", dijo a Efe la joven Joyce Saman, de 23 años.

En las cercanías del palacio presidencial de Itihadiya, los opositores congregados corean lemas contra el gobierno de los Hermanos Musulmanes y saludan la decisión de las Fuerzas Armadas con gritos y aplausos.

Las calles de la capital se han llenado de coches, cuyos conductores tocan las bocinas al unísono, al tiempo que comparsas de personas han salido a pie a festejar la caída de Mursi.

Mientras tanto, la escena es radicalmente distinta en la plaza de Rabea al Adauiya, en el barrio cairota de Ciudad Naser.

Allí los simpatizantes de Mursi que habían acudido para expresar su apoyo al islamista deambulan en silencio y han dejado de levantar banderas.

También se escuchan gritos de "Ilegítimo", en alusión a la decisión de las Fuerzas Armadas de sustituir a Mursi por el presidente del Tribunal Constitucional.

Los opositores han protagonizado desde el domingo pasado multitudinarias manifestaciones para pedir la renuncia de Mursi y la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas, lo que había sido rechazado por el islamista, que ha defendido en todo momento su legitimidad democrática.