Obama usa un pañuelo durante un discurso en la Universidad de Georgetown, en Washington. | MICHAEL REYNOLDS

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso las líneas principales de un plan nacional para reducir la contaminación y liderar un «ataque coordinado» contra el cambio climático, e instó al Congreso a actuar aunque su plan se podrá aplicar sin la aprobación de la Cámara Baja.

«Éste es un reto» que no permite pausas «para pugnas partidistas», dijo Obama durante un discurso en la Universidad de Georgetown en el que advirtió de que los efectos del cambio climático en el planeta causan grandes pérdidas humanas y económicas en el país.

«La pregunta ahora es si tendremos el valor de actuar antes de que sea muy tarde... Como presidente, como padre, como estadounidense, estoy acá para decir: Tenemos que actuar. Es una obligación moral con las futuras generaciones», dijo Obama, quien instruyó a la Agencia para la Protección Ambiental (EPA) para que tome medidas para reducir la contaminación.

Precisamente la instrucción a la EPA es acabar con «la contaminación por dióxido de carbono sin límites» producida por las plantas de energía eléctrica, mediante nuevas normas para reducir este tipo de polución, explicó.

Junio de 2014

Según la Casa Blanca, la propuesta de la EPA con los nuevos estándares debe estar lista para junio de 2014, con el compromiso de los estados, las empresas energéticas, los sindicatos y otras organizaciones. En el discurso, al aire libre, en el recinto universitario, Obama argumentó que el plan energético contribuirá al crecimiento económico, creará empleos, y reducirá drásticamente los niveles de contaminación por dióxido de carbono.

El mandatario estadounidense reiteró la postura de su Gobierno de que Estados Unidos permitirá la construcción del oleoducto de Keystone solo tras completar un estudio sobre su impacto ecológico y solo si se determina que ese megaproyecto sirve al interés nacional.

Obama también dijo que en este plan otra meta del Gobierno será conseguir en un plazo de siete años que un 20 % del gasto energético proceda de fuentes de energía renovable, lo que fue aplaudido por los asistentes. El mandatario también pidió la ayuda de los estadounidenses para que Estados Unidos siga siendo «un líder global en la lucha contra el cambio climático».