La plaza Taksim, escenario de los violentos enfrentamientos. | YANNIS BEHRAKIS

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Tras dos semanas de manifestaciones en toda Turquía, originadas por las protestas en torno al parque Gezi de Estambul, el Gobierno turco dio ayer por primera vez señales conciliadoras al proponer un referéndum que decida sobre el futuro de ese espacio verde.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, propuso la idea de una consulta popular durante una reunión con once artistas e intelectuales, que actuaban en nombre de la llamada Plataforma Taksim, primera coordinadora de las protestas ecologistas alrededor del parque.

Hüseyin Çelik, portavoz del gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP), anunció la propuesta en una rueda de prensa, en la que prometió que un referéndum se podría hacer en toda la ciudad o bien sólo en el distrito de Beyoglu, donde se halla el recinto.

Recordó que el proyecto de reconstruir unos barracones otomanos, que los ecologistas han denunciado como ilegal, fue parado por un tribunal administrativo, cuya decisión deberá respetarse, pero en el caso de que dé luz verde, se podría hacer el referéndum.

Exceso policial

Çelik prometió asimismo que los responsables de los excesos de violencia policial de las últimas semanas serían investigados y castigados.

Sin embargo, advirtió que el Gobierno no puede tolerar la acampada en el parque y pidió a las «organizaciones ecologistas sinceras» que lo abandonen para dejar a los «grupos ilegales a solas con la policía».

En el propio parque, sin embargo, hubo más bien poca confianza en que la reunión cambiase en algo el pulso de fuerza entre manifestantes y Gobierno, y se cuestionaba la representatividad de la Plataforma Taksim.

«Quienes acudieron a la reunión son todo personas escogidas a mano por el propio Erdogan, se trata únicamente de un lavado de cara», opinó una activista. «Nada saldrá de allí, porque no han invitado a ningún representante de los que estamos en el parque», señaló otra.

En la plaza de Taksim, la jornada se fue tensando conforme se acercaba la noche y los antidisturbios, que no habían abandonado la plaza desde el martes, volvieron a formar. En el parque Gezi, miles de jóvenes seguían acampados tras una noche de asedio policial con intensas salvas de gas lacrimógeno.