Contundente actuación policial en Ankara para evitar que miles de manifestantes se unieran a los que protestan en la plaza Kizilay. | STRINGER

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La policía antidisturbios turca empleó anoche cañones de agua a presión y gases lacrimógenos contra miles de manifestantes que marchaban hacia la céntrica plaza Kizilay, en Ankara, según mostró en directo la televisión Halk.

Varias marchas, en las que participaban unas 10.000 personas, se dirigían a esa plaza en solidaridad con las manifestaciones antigubernamentales que desde hace más de una semana sacuden las principales ciudades de Turquía.

Las protestas comenzaron en la capital turca en un aire festivo cantando, tocando vuvuzelas y lanzando consignas con gente procedente de diversos barrios de Ankara, que se agruparon en el centro de la ciudad. La policía intervino cuando los manifestantes se aproximaban a la plaza, en la que pretendían concentrarse, y tras cortar el tráfico en los alrededores de ese céntrico lugar.

La policía dispersó la marcha con cañones de agua a presión y gases lacrimógenos lanzados desde blindados, mientras que los antidisturbios crearon un perímetro de seguridad alrededor de la plaza.

Investigación

Por otra parte, varios agentes policiales turcos han sido sometidos a investigación, y tres han sido ya suspendidos, por su comportamiento durante las masivas protestas antigubernamentales que han dejado ya dos manifestantes muertos y miles de heridos, tres de ellos en coma.

La oficina del Gobernador de la región de Esmirna ha confirmado que tres agentes que aparecen en fotos y vídeos mientras agarran por los pelos y golpean a manifestantes han sido suspendidos, informó el diario Hürriyet Daily News.

Las imágenes de un agente que agarra por el pelo a una joven y da golpes con la porra a un transeúnte han sido ampliamente difundidas en Internet. También se investiga a varios agentes vestidos de civil que atacaron a manifestantes con palos y cuya pertenencia al cuerpo ha tenido que ser reconocida por la propia dirección de la Policía.

La brutalidad de la represión de las manifestaciones que sacuden Turquía desde hace días ha sido criticada por la Unión Europea, que ha reclamado que se investigue y castigue a los responsables, y el propio Gobierno turco ha tenido que reconocer que hubo excesos.

Fuentes médicas han informado de que más de 4.000 personas han resultado heridas en los choques con la Policía que se han registrado en todo el país. Dos manifestantes y un agente han muerto y tres personas están en coma, una de ellas en estado de muerte cerebral.