TW
1

Un tribunal británico sentenció ayer a ocho meses de prisión al exministro liberaldemócrata Chris Huhne por haber señalado en 2003 como responsable de una infracción por exceso de velocidad a su exesposa, la economista Vicky Pryce, que afronta la misma pena.

Un juez de la Corte de Magistrados de Southwark, en Londres, consideró culpables a ambos acusados, que pasaron ya su primera noche en prisión, de un cargo de «obstrucción a la justicia» por intentar que Pryce asumiera la pérdida de puntos que debía recaer en su marido.

Pryce argumentó durante el proceso que Huhne, que en 2007 llegó a disputar a Nick Clegg el liderazgo del partido liberaldemócrata, la coaccionó para que se declarara culpable de su exceso de velocidad y evitar así que le retiraran el carné de conducir. El incidente ocurrió en marzo de 2003, cuando el BMW de Huhne, entonces eurodiputado, fue capturado infringiendo el límite de velocidad en la autopista M11, que une Londres con el aeropuerto de Stansted.

La maniobra del matrimonio salió a la luz casi una década después y obligó a Huhne a dimitir como ministro de Energía del Gobierno de David Cameron en febrero de 2012. El político renunció además hace un mes a su escaño en el Parlamento británico, poniendo fin a su carrera política a los 58 años.

«Lo siento»

«Lo siento. Eso lo que quiero decirles a mi familia, mis amigos, electores y compañeros. También a todo el mundo que cree con pasión en las mismas causas que yo, entre ellas salvar el planeta para nuestros hijos y nietos», afirmó Huhne a la cadena «Channel 4».

«Mentí una y otra vez, es cierto. Lo hice en parte porque quería salvar mi carrera, pero también para tratar de evitar las consecuencias para mi familia», señaló el exministro. El juez Nigel Sweeney consideró que Huhne tiene más responsabilidad que su antigua mujer en el caso, dado que «la idea» de intercambiar los puntos «fue suya», pero rebajó en un 10 por ciento su pena como contrapartida a su confesión de culpabilidad.

En 2010, Huhne puso fin a 26 años de matrimonio al hacer pública una relación con la asesora de imagen Carina Trimingham, lo que supuso un punto de inflexión en su vida que le acabaría costando la carrera.

En opinión de la Fiscalía, Prynce filtró a la prensa en mayo de 2011 la infracción de su exmarido como venganza tras la ruptura, si bien no esperaba verse finalmente envuelta en el proceso judicial.