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Los candidatos del oficialismo, Nicolás Maduro, y de la oposición, Henrique Capriles, ya calientan con insultos y acusaciones la campaña para las elecciones del 14 de abril antes incluso de que ésta comience.

Capriles oficializó su candidatura como aspirante de unidad de la oposición acusando a Maduro de mentir sobre lo que realmente le ocurrió al mandatario Hugo Chávez, fallecido el pasado martes, y de usar el dolor del pueblo en su beneficio, a lo que respondió de manera inmediata el también «presidente encargado» de Venezuela. Maduro tildó de «irresponsable» y «fascista» a Capriles y aseguró que la familia de Chávez se reserva «todas las acciones judiciales para defender el honor del comandante».

Calculado

«Todo esto que está pasando, todo esto estaba fríamente calculado, cuándo iban a hacer las elecciones, cronograma de todo lo que era el proceso electoral...», dijo Capriles en una alocución en la que no aceptó preguntas. Acusó a Maduro de recibir «cursos de actuación en Cuba» y se preguntó si «serán sinceras esas lágrimas» por la muerte de Chávez el pasado martes, tras más de 20 meses de lucha contra el cáncer.

«Nicolás le mintió a este país durante los últimos meses», indicó, acusándole de «jugar con la esperanza» de los venezolanos y de llevar semanas en campaña. «Quién sabe cuando murió el presidente Chávez», agregó, al recordar que hace unos días el hasta el viernes vicepresidente aseguró que había mantenido una reunión de trabajo de más de cinco horas con el fallecido gobernante.

Mientras, el Gobierno de Estados Unidos ordenó la expulsión de dos diplomáticos venezolanos en respuesta a la salida la semana pasada de dos miembros de su agregaduría militar en Caracas.

Estados Unidos notificó el sábado a Venezuela la expulsión de Orlando Montáñez Olivaras, segundo secretario de la Embajada de Venezuela, y Víctor Camacaro Mata, funcionario consular, quienes según las mismas fuentes ya regresaron a su país.

«Hemos recibido noticias de la embajada venezolana de que ya han salido del país», dijo el funcionario, que exigió el anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el asunto.