TW
3

Amnistía Internacional (AI) denunció ayer en Bamako que el Ejército maliense cometió «graves infracciones de los derechos humanos y violaciones del derecho humanitario internacional» en su ofensiva contra los rebeldes que controlan el país y pidió una investigación.

«Hemos solicitado a Francia y a Mali que investiguen la muerte de civiles» dijo a Efe Gaëtan Mootoo, experto de AI en este país africano, tras la presentación de un informe titulado «Primera evaluación de los derechos humanos tras tres semanas de conflicto».

Mootoo se refería, en especial, al bombardeo lanzado el 11 de enero contra la ciudad de Kona, tomada un día antes por combatientes salafíes, y en el que, según el informe, al menos cinco civiles murieron por proyectiles lanzados por helicópteros, tres de ellos de la misma familia Aminata Maigua.

Testimonio

Tras la recogida de testimonios y su verificación con víctimas y responsables civiles y militares en las localidades de Segú, Secaré, Niono, Kona y Diabali, situadas en el frente de combate donde tuvieron lugar los primeros y más duros enfrentamientos entre rebeldes y tropas franco-malienses, Amnistía concluye que podrían haber tenido lugar, además, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de civiles en Sevaré (centro-este).

En este sentido, AI cita a testigos que aseguran que más de 20 civiles fueron detenidos por el Ejercito en Sevaré (centro-este) y que se teme que muchos de ellos hayan podido ser ejecutados extrajudicialmente.

Mootoo comentó que en esta ciudad no fue fácil hablar con los jefes militares, pero indicó que las autoridades de la localidad han prometido llevar a cabo una investigación.

Aunque la ONG reconoció la «gran dificultad de confirmar todas las circunstancias de muchas de las supuestas violaciones» subrayó que «Amnistía Internacional ha recibido informes creíbles de que civiles han sido ejecutados extrajudicialmente por el Ejército de Mali desde el 10 de enero de 2013».

Según el experto de esta ONG, sus diez días de trabajo sobre el terreno han determinado también que los «combatientes yihadistas no estaban mezclados entre la población», como habían asegurado algunas fuentes de seguridad y militares. «La pelota está ahora en el campo de las autoriades malienses, de la ONU y de otras organizaciones internacionales. Nosotros ya hemos hablado, para que el mundo entienda que es necesario actuar dentro de las normas de las convenciones internacionales», apuntó Mootoo.

A principios de enero, los grupos rebeldes salafíes del norte de Mali lanzaron una ofensiva contra el sur, que fue detenida por las tropas malienses, gracias al apoyo del Ejército francés desde el pasado día 11.

Tres semanas después del comienzo de la intervención francesa, dos de las tres principales ciudades del norte, Gao y Tombuctú, ya han sido recuperadas y en Kidal, el tercer nucleo urbano más importante, un grupo rebelde independentista asegura haber expulsado a los combatientes salafíes.