El presidente de EEUU, Barack Obama, antes de iniciar su última rueda de prensa de su primer mandato. | Jaime Moreda

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El presidente de EEUU, Barack Obama, instó a los republicanos a autorizar en el Congreso el aumento del tope de la deuda nacional, cuestión que considera innegociable, para evitar un caos en los mercados financieros o una nueva recesión.

Durante su última rueda de prensa de su primer mandato, convocada por sorpresa, Obama dejó claro que no permitirá que los republicanos supediten el diálogo para elevar el techo de la deuda, ahora de 16,4 billones de dólares, equivalente al PIB, a los recortes al gasto público.

«El techo de la deuda no es una cuestión de autorizar más gastos...simplemente permite que el país pague los gastos a los que el Congreso ya se ha comprometido», explicó el mandatario, a seis días de su investidura para el segundo mandato.

«Los republicanos en el Congreso tienen dos opciones: pueden actuar de forma responsable y pagar sus cuentas, o actuar de forma irresponsable», subrayó.

Morosos

Estados Unidos no es una nación «morosa» pero «las consecuencias de no pagar nuestras facturas serían desastrosas» y además una «herida autoinfligida en la economía», advirtió.

Citó como ejemplo la posible demora en el desembolso de los beneficios del Seguro Social para los ancianos y en ayudas para los veteranos, o la posibilidad de una nueva recesión.

En el encuentro, en el que contestó siete preguntas, Obama abogó por un mayor control de las armas de fuego y una reforma migratoria, pero se centró en las batallas políticas que se avecinan para elevar el techo de la deuda y recortar el gasto público con el fin de reducir el déficit, situado en torno al 8,5% del PIB en 2012.

Al señalar que EEUU no puede saltar de una crisis a otra, Obama reiteró que la reducción del déficit no se consigue únicamente a través de recortes fiscales y que el Congreso debe buscar una respuesta «equilibrada» al problema.