Los Clinton, abandonando el Hospital Presbiteriano de Nueva York. | J. Lladó

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La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, recibió ayer el alta médica y dejó el hospital de Nueva York en el que estaba ingresada desde el domingo por un coágulo en la cabeza.

«El equipo médico ha estimado que está haciendo buenos progresos en todos los frentes, y están seguros de que tendrá una recuperación completa», indicó el Departamento de Estado.

Clinton recibió el alta horas después de abandonar el Hospital Presbiteriano de Nueva York para someterse a pruebas en otras instalaciones, en una salida cuyas imágenes causaron confusión entre muchos medios, que las interpretaron como un alta médica pese a que la secretaria de Estado regresó más tarde al centro.

Con la familia

Finalmente, la titular de Exteriores recibió efectivamente el alta y se dirigió a su residencia acompañada de su marido, el expresidente Bill Clinton, y su hija Chelsea, que dio las gracias al equipo médico del hospital a través de su cuenta en la red social Twitter.

«(Estoy) agradecida de que mi madre haya recibido el alta en el hospital y esté de camino a casa. Y aún más agradecida de que su equipo médico confíe en que se recuperará por completo», escribió su hija única, Chelsea.

El Departamento de Estado aseguró que Clinton está «deseosa de volver a la oficina», e indicó que ofrecerá más información sobre su agenda «a medida que se aclare en los próximos días».

Se esperaba que Clinton estuviera en el hospital 48 horas, pero finalmente permaneció en el casi cuatro días mientras le suministraban anticoagulantes para tratar un coágulo situado en una vena entre el cráneo y el cerebro, y derivado de un desmayo que sufrió días antes, mientras se recuperaba de una afección estomacal.