Varios monitores de control muestran las diferentes ruedas de prensa de los líderes europeos en Bruselas. | OLIVIER HOSLET

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Los líderes europeos acordaron seguir dando pasos para contener su crisis de deuda, pero la canciller alemana, Angela Merkel, rechazó una propuesta para impulsar el riesgo compartido con un fondo que ayude a los estados de la zona euro en apuros y destinado a luchar contra el desempleo. Este fondo beneficiaba especialmente a España.

El rechazo alemán a una idea ampliamente respaldada de Francia mostró el potencial de unas mayores tensiones sobre la gestión de la crisis, un día después de que el bloque alcanzase un acuerdo sobre supervisión bancaria europea y aprobase ayudas a Grecia.

Tras más de ocho horas de negociaciones, los líderes prometieron seguir adelante con el establecimiento de un mecanismo que rebaje los problemas de los bancos e iniciaron conversaciones sobre cómo hacer que los países se atengan a sus objetivos económicos con la ayuda de un fondo común.

Fuera

En una conferencia de prensa, Merkel dejó claro que las propuestas de un fondo que absorba problemas y un seguro común sobre el desempleo estaban fuera de las negociaciones.

«Estamos hablando de un apoyo ligado a mejoras en la competitividad», dijo Merkel a periodistas respecto al fondo.

«Estamos hablando de un presupuesto muy limitado. No miles de millones, sino 10.000, 15.000 o 20.000 millones de euros», añadió.

El presidente del Consejo Europeo, respaldado por Francia y otros países, propuso antes de la cumbre crear una capacidad fiscal más ambiciosa para la zona euro que pueda formar la base para una emisión conjunta de deuda, una idea que Berlín ve con gran escepticismo.