TW
0

Tres coches bomba explotaron ayer en la ciudad de Deraa, en el sur de Siria, en un atentado en el que murieron una veintena de efectivos del régimen, según los opositores, y siete civiles, de acuerdo a las autoridades.

El activista Omar al Hariri, residente en Deraa, explicó que los vehículos estallaron cerca de varias sedes militares y que las víctimas mortales ascienden a una veintena de soldados, una cifra confirmada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Al Hariri indicó que un primer coche bomba detonó en el estadio Panorama y los otros en las proximidades de la sede de la Seguridad Militar y del Club de Oficiales, unos cuarteles que el Ejército usa como base para bombardear otros puntos de la ciudad.

La versión del Observatorio apunta, por su parte, que dos vehículos explotaron en el patio trasero del Club de Oficiales de forma consecutiva.

Contradicciones

Sin embargo, la agencia Sana informó de que los siete muertos son civiles y que las explosiones se registraron en una avenida comercial muy concurrida, en la autopista de circunvalación y cerca de una entidad financiera.

Sana responsabilizó de las explosiones a «grupos terroristas», como las autoridades sirias califican a la oposición armada, a la que siempre acusan de este tipo de acciones, que por ahora se han registrado principalmente en Damasco y sus alrededores.

Tras los atentados, se desencadenaron duros enfrentamientos entre los rebeldes y las tropas gubernamentales, mientras las ambulancias trataban de socorrer a las víctimas.

Además, las fuerzas del régimen irrumpieron en la localidad de Angel acompañadas por tanques, donde efectuaron una campaña de arrestos casa por casa, de acuerdo a los opositores.

También en la provincia de Deraa, se produjeron fuertes explosiones en la ciudad de Tafas, que sufre un corte de electricidad y comunicaciones.