La canciller alemana, Angela Merkel, busca la reelección aunque sea a costa de no cumplir con la consolidación presupuestaria. | FABRIZIO BENSCH - REUTERS - X003

TW
1

La coalición de la canciller Angela Merkel pactó ayer una serie de regalos al ciudadano, como la supresión del copago sanitario, coincidiendo con el año electoral alemán de 2013 y pese al objetivo de lograr la consolidación presupuestaria en 2014e imponer recortes al resto de países de la Unión Europea.

Las tres formaciones coaligadas -la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el Partido Liberal (FDP)- anunciaron un paquete de medidas que descargan al contribuyente y abultan el gasto público.

Así, se eliminará la fórmula de copago -10 euros por trimestre para las visitas a consultas médicas, que se suman a la cuota al seguro obligatorio-, introducida en 2004 por el Gobierno rojiverde de Gerhard Schröder para paliar el déficit de la sanidad pública.

Según los planes de la coalición, tal supresión se hará efectiva el 1 de enero y descargará tanto al ciudadano como a los médicos de las consultas «que quedan liberados de ese enorme trabajo burocrático», apuntó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.

Impopular

El copago era tan impopular entre el ciudadano como entre la clase médica, que lo veía como una tarea ajena a su cometido, que le convertía en recaudador de una tasa que va directa a las mutuas.

A la eliminación de ese pago seguirá, en agosto de 2013, la introducción de la apodada «prima del fogón» -150 euros-, por la que se subvencionará a la madre o padre que prescindan de llevar a sus hijos de uno a tres años a la guardería y les atiendan en casa. Así como la supresión del copago era una reivindicación del FDP, la «prima del fogón» lo era de la CSU y era tachada de sexista porque fomenta que se prolongue la atención en casa de los niños de corta edad -lo que, además, suele recaer en la madre-.

La tercera medida pactada fue el aumento de las jubilaciones para aquellos que, pese a haber cotizado durante 40 años de vida laboral, queden por debajo de los 688 euros considerados mínimos. Es una solución de compromiso frente a la introducción de un complemento a las jubilaciones mínimas que defendía la ministra de Trabajo, Ursula von der Leyen, de la CDU.