Tareas de desescombro y localización de víctimas tras el terremoto de L'Aquila en abril de 2009. | Efe

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El Tribunal de L'Aquila condenó ayer a seis años de cárcel a los siete miembros -seis científicos y un funcionario- de la Comisión de Grandes Riesgos que se reunieron seis días antes del terremoto que azotó la región de Los Abruzos en abril de 2009 -causando más de 300 muertos-, y no dispusieron medidas de prevención ante un posible seísmo. El juez les considera culpables de homicidio y lesiones culposas.

Además de los centenares de muertos, el terremoto devastó pueblos de la región central de Los Abruzos y el centro histórico de la localidad de L'Aquila, una preciosa perla medieval en el centro de Italia.

La localidad italiana de L'Aquila llevaba varios días temblando antes de aquella fatídica noche del 6 de abril de 2009 en la que registró un fuerte terremoto de escala 6,3 que dejó un saldo de 309 muertos.

Tranquilidad

A pesar de aquellas inquietantes sacudidas previas, en los días anteriores al seísmo los más reputados científicos italianos en la materia y varios responsables de Protección Civil, miembros todos ellos de la llamada Comisión de Grandes Riesgos, lanzaron mensajes tranquilizadores a la población, asegurando que no había nada que temer e invitando a la gente a permanecer en sus casas.

La fiscalía pedía cuatro años de prisión para los siete acusados de no haber dado suficiente información a los residentes sobre el peligro de un terremoto, y de confundirla con noticias «inexactas, incompletas y contradictorias».

Pero después de escuchar el testimonio de las 275 que han prestado declaración en las 30 sesiones de este proceso, el magistrado Marco Billi ha decidido imponer a los acusados una condena aún superior a la que pedía la acusación: seis años en total.

Probabilidad

Los condenados son Bernardo De Bernardinis, ex subdirector del servicio técnico de Protección Civil; Enzo Boschi, por aquel entonces presidente del Instituto Nacional Italiano de Geofísica y Vulcanología; Giulio Selvaggi, director del Centro Nacional de Terremotos; Gian Michele Calvi, director de Eucentre (centro europeo de invetigación de terremotos); Claudio Eva, profesor de Física en la Universidad de Génova, y Mauro Dolce, director de la oficina de riesgos sísmicos de Protección Civil.

Según el informe redactado el 31 de marzo 2009, inmediatamente despues de finalizada aquella reunión, era poco probable que un fuerte terremoto pudiera golpear el área. «La valoración que se hizo del riesgo sísmico fue aproximada, genérica e ineficaz en relación con los deberes de prevención y previsión que tenía la comisión», en palabras de la acusación.