La canciller Angela Merkel se reunió ayer en privado en Berlín con el presidente del BCE, Mario Draghi. | THOMAS PETER

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La canciller alemana, Angela Merkel, ha vuelto a poner de ejemplo a España sobre lo que no se debe en la crisis. En este caso y tras sus pasadas intervenciones sobre la necesidad de ser austeros ir controlar el déficit, Merkel ha aludido a lo sucedido con la banca española, cuya delicada situación ha acabado obligando al Gobierno a pedir un rescate para sanear el sector, para defender la necesidad de evitar las prisas en el proceso de creación de una unión bancaria.

«Soy partidaria de que en la Eurozona se supervise mejor a los bancos», ha empezado Merkel para añadir, a continuación, que «el organismo supervisor europeo debe ser más vinculante». Por este motivo, ha abogado por avanzar paso a paso: «Yo no puedo decir nada sobre la recapitalización directa de los bancos cuando aún no tenemos un organismo capaz de intervenir». «(Ya) vimos en el caso de España cómo un organismo recién creado, la EBA, fue incapaz de cumplir su labor correctamente porque, al final, las influencias nacionales fueron otra vez demasiado fuertes», ha recordado.

Reunión con Draghi

Estas declaraciones surgieron a raíz de la entrevista que mantuvo Merkel con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien defendió su plan de compra de deuda soberana como una medida puente para alentar la recuperación de la zona del euro mientras los ajustes y reformas dan su fruto.

Draghi recurrió a su mejor retórica para explicar su propuesta primero a Merkel, en una reunión de hora y media a puerta cerrada, y luego en la Jornada de la Industria Alemana, ante la patronal alemana.