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El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó hoy que «se han desarrollado conversaciones exploratorias» con las FARC para entablar un diálogo de paz, al invitó a sumarse al ELN bajo esas mismas condiciones.


El mandatario ofreció una escueta declaración en la que advirtió de que en los contactos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se van a tener muy presentes los errores del pasado «para no repetirlos», mientras se mantiene la «la presencia militar» en todo el país.

El mandatario remarcó que «en los próximos días se darán a conocer los resultados de los «acercamientos con las FARC» y reiteró que desde que llegó al Gobierno ha cumplido «con la obligación constitucional de buscar la paz».

Asimismo, aclaró que los «acercamientos» con las FARC y los que «se hagan en el futuro» tienen que enmarcarse dentro de esos «principios rectores».
Santos aprovechó para enviarle un mensaje a la segunda guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN): «también podrían ser parte de este esfuerzo por terminar el conflicto», siempre y cuando se encuadren dentro de esas premisas básicas.

Por último, el presidente señaló que su administración, que comenzó 7 de agosto de 2010, «ha obrado con prudencia, seriedad y firmeza, anteponiendo siempre el bienestar y la tranquilidad de todos los habitantes de nuestro país».
Sin embargo, no entregó detalles de los lugares ni las fechas en los que ha realizado «las conversaciones exploratorias» con las FARC, en dónde continuarán y tampoco los voceros de las partes.
Antes de la alocución de Santos, la cadena de televisión Telesur y RCN Radio de Colombia, señalaron que delegados gubernamentales y de las FARC acordaron este lunes en Cuba abrir un proceso para poner fin al sangriento conflicto armado que enluta a Colombia desde hace 50 años.

En La Habana reinó el silencio durante todo el día, tanto por parte del Gobierno cubano como de las embajadas de Colombia, Noruega y Venezuela, los países que han auspiciado el acuerdo según Telesur, que fueron consultadas por Efe.
Por su lado, medios colombianos adelantaron que la instalación de las mesas de diálogo tendrá lugar el próximo 5 de octubre en Oslo, pero las conversaciones tendrán lugar en La Habana, con el acompañamiento de los Gobiernos de Cuba, Venezuela y Noruega.

Según Canal Capital, la televisión pública de la capital bogotana, que da por cierto el acuerdo, la agenda del Gobierno con las FARC contempla cuatro puntos: derechos humanos, participación política, desarrollo rural y reinserción.
RCN Radio estableció que el origen del pacto se remonta a la primera reunión de Santos con su par venezolano, Hugo Chávez, celebrada en agosto de 2010 en Santa Marta (norte de Colombia), donde además de restablecer las relaciones bilaterales supuestamente acordaron impulsar un acercamiento con las FARC.
Ha trascendido que los interlocutores de las FARC serían el jefe militar Wilson Valderrama Cano, alias «Mauricio» o «El Médico», educado en Cuba, así como el llamado canciller «Rodrigo Granda», lo mismo que «Marcos Calarcá» y «Andrés París», ambos antiguos negociadores.

Por el lado del Gobierno colombiano participarían el actual consejero para la Seguridad, Sergio Jaramillo; el ministro del Medio Ambiente, Frank Pearl, y Enrique Santos Calderón, periodista y hermano del presidente Santos.
Por su parte, Ernesto Samper, que fue jefe de Estado de 1994 a 1998, manifestó en entrevista con Efe su apoyo «a lo que parece ser el comienzo de un proceso exitoso hacia la salida política al conflicto armado colombiano».
Desde el inicio de su mandato en agosto de 2010, Santos ha insistido en que tiene «la llave de la paz en el bolsillo» y en su disposición a sacarla cuando se cumplieran ciertas condiciones, sin bajar la intensidad al combate de las guerrillas.
También promulgó una Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, reconoció la existencia del conflicto en Colombia e impulsó el Marco Jurídico para la Paz, con el que se crearon herramientas para un proceso de esta naturaleza.


Tanto Guillermo León Saénz, alias «Alfonso Cano», que fue el jefe máximo de las FARC hasta su muerte en un bombardeo en noviembre, como su sucesor, Rodrigo Londoño Echeverry, alias «Timochenko», perfilaron un discurso tendente a la paz.
Sin dejar la lucha armada, las FARC han hecho gestos como el anuncio del fin del secuestro con fines de financiación y la liberación en abril de los últimos diez policías y militares colombianos que restaban en su poder.
El expresidente Álvaro Uribe, que hizo de la derrota de las FARC el objetivo central de su gobierno de ocho años (2002-2010), afirmó hoy que lo informado por Telesur estaba «cantado» y que el diálogo con la guerrilla servirá nada más a la reelección de Hugo Chávez en Venezuela.