El fundador de Wikileaks, Julian Assange. | FACUNDO ARRIZABALAGA - STR - EFE

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Ecuador gana aliados en su pulso con Reino Unido después de que el Gobierno de Quito concediera el asilo diplomático a Julian Assange, que está refugiado en su embajada de Londres. Desde Santo Domingo, donde asiste a la toma de posesión del presidente dominicano, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, ha rechazado la «arrogancia y la prepotencia» que a su entender ha mostrado el Gobierno británico al advertir de que no dejará salir de el país al fundador de Wikileaks.

Además, organizaciones de naciones latinoamericanas como ALBA y UNASUR han anunciado reuniones de sus ministros de exteriores este fin de semana para tratar el asunto, mientras que la OEA lo estaba tratando en las últimas horas de ayer.

Soberanía

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La Asamblea Nacional de Ecuador pidió hace unas horas al Gobierno de su país que solicite una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para evitar lo que considera «una amenaza» de Reino Unido de usar la fuerza y entrar sin autorización en la Embajada ecuatoriana en Londres para detener al fundador de WikiLeaks. En una larga sesión extraordinaria el órgano parlamentario resolvió convocar a los ecuatorianos «para unirse en torno a la defensa de la soberanía nacional».

Por su parte, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur, que incluye a Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela- celebrará también, a petición de Ecuador, una sesión extraodinaria de su consejo de ministros de Exteriores el domingo en Guayaquil para «considerar la situación suscitada en la Embajada ecuatoriana en Londres», según ha anunciado la Cancillería de Perú en un comunicado.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) -que reúne a Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda- ha convocado para hoy también en Guayaquil una sesión extraordinaria de ministros de Exteriores para analizar la «aberrante» amenaza de Reino Unido.

Assange, que asegura que es víctima de una persecución política, se refugió el pasado mes de junio en la embajada para evitar su extradición a Suecia, donde se le acusa de abusos sexuales. Pero su mayor temor es ser a continuación extraditado a EE UU, donde considera que su vida corre peligro como responsable de la filtración de miles de documentos secretos del Departamento de Estado.