Los rebeldes resisten los nuevos ataques del Ejército sirio. | GORAN TOMASEVIC

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La batalla por la ciudad de Alepo, una parte de la cual controla el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), se recrudeció ayer por los bombardeos por tierra y por aire de las fuerzas gubernamentales. En un comunicado, la opositora Comisión General de la Revolución Siria aseguró que al menos 94 personas perdieron la vida ayer en acciones de violencia el país.

Los rebeldes lanzaron, además, un ataque para tratar de apoderarse de la sede de la radiotelevisión en Alepo, pero fue repelido por las tropas gubernamentales con ayuda de helicópteros, según explicó por teléfono el «número dos» del ELS, Malek Kurdi. Tras ese avance frustrado, los combatientes del ELS se replegaron y tomaron posiciones los alrededores de la televisión, sobre la que se elevan columnas de humo.

«Las tropas ya no se enfrentan directamente al ELS, sino que bombardean la ciudad con helicópteros, tanques y artillería pesada», pese a lo cual, señaló Kurdi, no han conseguido doblegar a los insurgentes. Los aviones de combate también participan en los combates, y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció que un caza Mig-21 bombardeó el barrio de Al Sahur, en Alepo, lo que causó un número indeterminado de heridos y llevó a los habitantes del vecindario a emprender una huida precipitada.