Imagen tomada de un vídeo y suministrada por el Gobierno cubano en La Habana (Cuba) hoy, lunes 30 de julio de 2012, en la que aparece el español Ángel Carromero, quien conducía el vehículo donde viajaba el fallecido opositor Oswaldo Payá. | ----

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El español Ángel Carromero, que conducía el coche del accidente de tráfico en el que murieron los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero, está bajo «prisión provisional» en Cuba «instruido de cargo por homicidio», si bien la fiscalía no ha presentado aún acusación formal.

El diario Granma reveló este martes que Carromero «se encuentra instruido de cargo por homicidio en ocasión de conducir vehículo por la vía pública», pero no precisa más detalles sobre esa imputación.

Según el Consulado español en Cuba, no existe todavía una acusación formal contra el joven español, si bien la fiscalía ha adoptado como medida cautelar su «prisión provisional» al detectar indicios de homicidio en el periodo de instrucción del caso, una fase que aún no ha concluido.

En cualquier caso, Carromero continúa en el centro «100 y Aldabó» de La Habana, adonde fue trasladado el pasado viernes desde la provincia oriental de Granma, donde el 22 de julio ocurrió el accidente.

Ese centro depende del Ministerio del Interior y se considera un «departamento técnico de investigaciones de la policía», según dijeron fuentes diplomáticas españolas.

Después de una semana sin poder acceder a Carromero, el cónsul general de España en La Habana, Tomás Rodríguez-Pantoja, y otro funcionario de ese departamento visitaron el lunes por la tarde al joven español, que se encuentra «bien» y que dice haber recibido un buen trato de las autoridades que lo custodian.

Granma también anunció hoy que al otro europeo que viajaba con Carromero y los opositores en el coche accidentado, el sueco Jens Aron Modig, se le ha permitido salir del país y de hecho ya se encuentra en Europa según confirmó su partido la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU).

El periódico oficial del Partido Comunista (PCC, único) divulgó la situación de Carromero y Modig, ambos dirigentes de formaciones conservadoras de sus respectivos países, en un extenso editorial donde denuncia las motivaciones políticas de su viaje a Cuba.

El joven sueco es el presidente de la Liga Juvenil Democristiana de su país, y Carromero es vicesecretario local de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid.

«Entraron a nuestro territorio el 19 de julio, con visas de turista, y disimuladamente, en violación de su estatus migratorio, se involucraron en actividades netamente políticas contra el orden constitucional», afirma Granma.

Su objetivo, prosigue el periódico, era entregar dinero al «minúsculo y contrarrevolucionario Movimiento Cristiano Liberación, que presidía Oswaldo Payá, uno de los fallecidos en el accidente, y de asesorar la constitución de una organización juvenil asociada a este».

Los dos europeos, «habiendo entregado el dinero al destinatario y asesorado la creación del grupúsculo juvenil, se dirigían a Santiago de Cuba con propósitos similares cuando ocurrió el accidente», dice Granma.

Modig, en una comparecencia ante la prensa el pasado lunes, admitió que viajó a Cuba por instrucción de su partido para reunirse con Payá, entregarle 4.000 euros y reunirse con otros miembros de su grupo para hablar sobre la creación de una organización política juvenil en la isla.

«Tengo entendido que estas actividades no son legales en Cuba y desearía disculparme por haber venido a este país a realizar actividades ilícitas», manifestó el joven sueco.

Sobre Carromero, Granma dice que no es precisamente «un turista español como los miles que disfrutan de sincera y cálida hospitalidad» en Cuba, sino un dirigente del sector juvenil del PP «cercano» a José María Aznar (expresidente del Gobierno español) y Esperanza Aguirre (presidenta de la región de Madrid) a los que el periódico define como «connotados anticubanos».

El diario también aprovecha para criticar a los «vociferantes de la mafia anexionista de Miami» que acusaron a Cuba de haber perpetrado un «asesinato político» contra Payá y tacha de «calumniadores» a quienes pidieron «una investigación transparente sobre el accidente».

Sectores del exilio y disidencia cubanos han cuestionado en los últimos días la versión oficial sobre el accidente de tráfico en el que murieron Payá, de 60 años, y Harold Cepero, de 31.

Carromero y Modig, los supervivientes del siniestro, han corroborado que se trató de un accidente de tráfico y que no hubo otros vehículos implicados en el mismo, según declaraciones de ambos realizadas en Cuba y conocidas ayer lunes.