El ex primer ministro de la UMP, François Fillon, en la votación del domingo. | JULIEN MUGUET

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La derecha y la extrema derecha francesas ultimaron ayer su estrategia para retomar posiciones de cara a la segunda ronda de las elecciones legislativas, en las que pese a no dar una consigna clara de voto alertaron contra el peligro de poner «todos los huevos» en el cesto de la izquierda.

De esa imagen se sirvió el secretario general de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, para advertir a los ciudadanos de que «la gravedad de la situación actual» no hace recomendable la hegemonía del Partido Socialista en la Asamblea Nacional.

«Nos dirigimos a los franceses para decirles: Atención, no pongamos todos los huevos en el mismo cesto», indicó en conferencia de prensa tras una reunión de las instancias directivas de su partido.

Copé, que dijo que su agrupación tiene la vocación de actuar con ánimo «constructivo», aseguró además haber escuchado el mensaje del 13,7 por ciento de la gente que votó al ultraderechista Frente Nacional (FN), pero advirtió que respaldarle en la segunda vuelta supondría beneficiar a la izquierda.

Prioridades

Tras la celebración ayer de la primera ronda de esos comicios, el PS es quien aborda la segunda este domingo en posición de fuerza, tras imponerse junto con el resto de partidos de izquierdas con un 46,77 por ciento de los votos, frente al 34,07 % de la derecha.

«En caso de duelo entre el FN y un candidato de izquierda, nuestra postura es perfectamente clara: No es cuestión de votar al FN, pero tampoco a un candidato socialista que ha optado por aliarse con la extrema izquierda», dijo el representante de la UMP, en lo que se conoce como actitud «ni-ni».

La líder del FN, Marine Le Pen, que compareció en la sede de su partido a las afueras de París, se congratuló primero de tener la posibilidad de entrar en la Asamblea Nacional, pero animó a sus seguidores a no relajarse para hacer posible ese «avance democrático».

No emitió ninguna consigna general de voto recalcando que sus partidarios son «ciudadanos de pleno derecho, libres, responsables y por lo tanto perfectamente aptos para decidir su elección», pero sí aplicó sus dardos contra varios candidatos socialistas y de la UMP.

En aquellas circunscripciones en las que el FN no esté representado, la candidata Le Pen invitó a sus electores a «no acordar su confianza a quienes tienen un candidato contrario a la moral pública o antidemocrático», y a batir en concreto a los socialistas François Pupponi y Jack Lang.