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Los países del G7, que agrupa a las economías más avanzadas del planeta, apoyaron ayer los avances hacia una unión fiscal y financiera en la Unión Europea, y prometieron «vigilar muy de cerca» los acontecimientos en la zona euro, en especial en España y Grecia.

Los ministros de Finanzas y gobernadores de EEUU, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia analizaron en una teleconferencia la crisis por la que atraviesa la eurozona y los países europeos explicaron las medidas que se están tomando. La reunión concluyó con un escueto comunicado emitido por el Departamento del Tesoro de EEUU, país que ejerce la presidencia rotatoria del grupo, en el que no se anuncian nuevas medidas.

La nota del Tesoro fue uno de los pocos comentarios publicados tras la teleconferencia que celebró el grupo y que había levantado gran expectación en medio del nerviosismo por la situación del sector bancario en España y la reciente escalada de la prima de riesgo en la periferia de la zona euro.

Orgullosos

Alemania estuvo bajo presión para hacer más para estimular el crecimiento y ayudar a la zona euro durante la teleconferencia.

La fuente agregó que los ministros analizarán la situación de España y confirmó que Alemania está presionando a Madrid a que acepte un rescate de la Unión Europea para ayudar a recapitalizar sus bancos. «No quieren. Son demasiado orgullosos. Es un orgullo fatal», dijo la fuente sobre el Gobierno de Madrid.