Fotografía de archivo fechada el 9 de febrero de 2011 del expresidente egipcio Hosni Mubarak en El Cairo, Egipto. | Efe

TW
12

El expresidente egipcio Hosni Mubarak y su antiguo ministro del Interior, Habib al Adli, han sido condenados a cadena perpetua por su complicidad en la represión que se cobró más de 800 vidas durante las protestas que acabaron con su derrocamiento en 2011, según ha dictaminado este sábado el Tribunal Penal de El Cairo. Sin emabrgo, los hijos del expresidente, Alaa y Gamal, acusados de corrupción, han sido absueltos. La sentencia no ha sido bien recibida por miles de egipcios que han salido a las calles de diferentes ciudades del país para protestar.

La corte, dirigida por el magistrado Ahmed Refaat, también ha absuelto a seis excomandantes policiales que conformaban el núcleo duro de seguridad del Ministerio del Interior.

De estos últimos, cuatro eran subordinados directos de Al Adli: Hassan Abd El Rahman (exvice-ministro del Interior y exjefe de Seguridad del Estado), Adli Fayed (exvice-ministro de Interior y exjefe de Seguridad General), Ahmed Ramzy (antiguo jefe de las Fuerzas de Seguridad Centrales) e Ismail al Shaer (exdirector de Seguridad para el Cairo). Los otros dos son los exoficiales ministeriales Osama al Marassy y Omar Faramawy.

De igual modo, tanto Mubarak como al Adli han sido absueltos de los cargos de corrupción y desvío de fondos públicos de los que se les acusaba, según el diario egipcio 'Al Ahram'. El tribunal ha esgrimido que estos cargos han prescrito, al haber ocurrido presuntamente hace diez años. También ha sido absuelto Husein Salem, detenido en Madrid el pasado 17 de junio, del cargo de presunto blanqueo de capitales del que se le acusaba.

La Fiscalía egipcia ha decidido que Mubarak sea trasladado al hospital de la prisión de Tora en lugar del Centro Médico Internacional de El Cairo, donde ha residido los últimos días con todo lujo y comodidades, según fuentes médicas al diario 'El Watan'.

A su llegada a la prisión de Tora, Mubarak ha sufrido, según la televisión estatal, un «grave problema de salud». El expresidente ha sido atendido por médicos a bordo del helicóptero que le ha llevado a la prisión, según la televisión pública, citada a su vez por el diario estatal egipcio 'Al Ahram'.


Fin a «30 años de opresión»

Con la sentencia dictaminada este sábado, el magistrado Refaat ha puesto punto y final a 49 sesiones, más de 250 horas de procedimientos y 60.000 páginas de sumario con un emotivo discurso en el que asegura que las sentencias se han pronunciado «sin asomo de duda» para acabar con «30 años de opresión» bajo el régimen de Mubarak.

«Pasamos de tocar fondo a convertirnos en un faro para la región. Dios ha juntado nuestros corazones para darnos fuerza», ha declarado el juez, quien ha entendido que la condena se produce «tras un juicio justo» que comenzó el pasado 3 de agosto.

Sin embargo, el jefe del equipo de abogados del expresidente egipcio, Farid al Deeb, ha anunciado que tienen intención de recurrir la sentencia. Al Deeb ha explicado que hay errores en la argumentación de la sentencia que han servido de base para la condena, por lo que trasladarán el caso al Tribunal de Casación, máxima instancia del sistema judicial egipcio, ha informado el diario egipcio 'Al Masry al Youm' en su edición digital.

El veredicto ha provocado importantes protestas entre la multitud concentrada ante la sede de los procedimientos, en particular tras conocer la absolución de los hijos de Mubarak -quienes tienen pendiente cargos adicionales por manejo ilegal de información en operaciones bursátiles-.

El dictamen a favor de Alaa y Gamal Mubarak fue recibido al grito de «falso, falso» y hubo incluso críticas al tribunal, entre exigencias para que se «depure el actual sistema judicial».

Noticias relacionadas

Los disturbios comenzaron en la propia sede del Tribunal Penal de El Cairo, donde los familiares de las víctimas de la represión se han enfrentado a simpatizantes de Mubarak. La Policía, ataviada con equipo antidisturbios, ha cargado contra ambos grupos y cuatro personas han sido detenidas, ha informado la cadena Al Yazira.


«Tendría que morir»

Los familiares de las víctimas denuncian la levedad de la sentencia, ya que podría haberse dictado pena de muerte contra Mubarak y sus subalternos.

«Tendría que morir, igual que mi hijo», ha denunciado Sanaa Saeed, padre de Moez al Sayed, muerto de un disparo en la plaza Tahrir durante las protestas contra Mubarak. «Necesitamos la ejecución. Le van a dejar escapar. No hay justicia en este país», ha lamentado.

Precisamente en Tahrir se han concentrado cientos de manifestantes para manifestar su discrepancia contra la sentencia de los tribunales, considerados afines al antiguo régimen. «Es teatro, teatro», coreaban los manifestantes. El vecino puente de Qasr al Nil y la calle Qasr al Aini ya están colapsadas por la afluencia de manifestantes.

Mientras, en Alejandría, segunda ciudad del país, los manifestantes se han concentrado en el centro de la ciudad para exigir una purga en la judicatura y la aplicación de la 'sharia' o ley islámica.

Por su parte, la campaña presidencial de Hermanos Musulmanes ha denunciado la sentencia al considerar que debería ser juzgado con pruebas más contundentes que condenen al exdirigente por asesinato, en lugar de por inacción a la hora de impedir las muertes de los manifestantes contra su régimen en 2011, como ha terminado sucediendo.

«El fiscal no llevó a cabo totalmente su labor a la hora de reunir las pruebas necesarias para acusar directamente a Mubarak de asesinar a manifestantes», ha lamentado el portavoz Yaser Ali, de la campaña del candidato de la importante organización musulmana a las elecciones presidenciales, Mohamed Mursi.

Una postura con la que no se ha mostrado de acuerdo el candidato presidencial Ahmed Shafiq, que ha asegurado que si resulta elegido presidente no intentará revocar la sentencia a cadena perpetua a la que ha sido condenado el exdirigente Mubarak, el mismo hombre que le nombró jefe de las Fuerzas Aéreas y luego primer ministro durante sus últimos días en el poder.

Shafiq se quiere desvincular así de las críticas que le señalan como el sucesor 'de facto' del derrocado régimen egipcio que terminó el año pasado tras más de 30 años en vigor.

«Queremos saber quién ha dicho que Shafiq iba a perdonar a Mubarak si se convertía en presidente. Shafiq no se inmiscuirá en la Judicatura», hizo saber su campaña a través de un mensaje en su página oficial de Facebook, recogido por el diario egipcio 'Al Ahram'.

También se ha pronunciado la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW), que ha valorado la pena impuesta al expresidente egipcio como una «condena histórica», pero ha añadido que considera insuficiente la labor de investigación de la Fiscalía que ha permitido la absolución por «pruebas insuficientes» de cuatro antiguos altos cargos del Ministerio del Interior.

«Estas condenas han sentado un precedente importante ya que hace algo más de un año ver como acusado a Hosni Mubarak en un Tribunal Penal hubiera sido impensable», ha afirmado el subdirector para Oriente Próximo de HRW, Joe Stork. «Sin embargo, la absolución de altos cargos del Ministerio del Interior de las muertes y lesiones de manifestantes pacíficos deja intacta la impunidad policial y las víctimas siguen esperando justicia», ha añadido.