Lanzamiento del cohete de Corea del Norte, que se desintegró pocos minutos después de despegar. | YONHAP

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La Casa Blanca anunció ayer la suspensión de la ayuda alimentaria a Corea del Norte en represalia por el lanzamiento fallido del 'Kwangyongsong-3' en un cohete balístico que contraviene las condiciones del acuerdo humanitario.

«No vamos a proceder con el acuerdo para brindarles asistencia», aseguró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, mientras viajaba hacia Florida con el presidente Barack Obama.

Corea del Norte y Estados Unidos alcanzaron el pasado 29 de febrero un principio de acuerdo por el que Pyongyang se comprometía a recibir 240.000 toneladas de ayuda humanitaria estadounidense a cambio de la suspensión de su programa nuclear y de armamento de largo alcance.

Pentágono

Por su parte, el Pentágono espera que Corea del Norte no incurra en más «provocaciones» tras el fallido lanzamiento de un cohete de largo alcance, ante el temor internacional a que pueda seguirle una prueba nuclear subterránea.

«Desde luego esperamos que no incurran en ningún tipo de provocación adicional», dijo el portavoz del Pentágono, George Little, a un grupo de periodistas un día después del lanzamiento del cohete norcoreano, que explotó minutos después del despegue. El portavoz señaló que los funcionarios estadounidenses creen que el cohete falló durante la segunda etapa del vuelo, pero no pudo confirmar si hubo un separación controlada de la primera etapa.

«Fue un fracaso evidente y muy rápido», que EEUU está analizando, dijo.

En cualquier caso rechazó «categóricamente» que Estados Unidos haya tenido algún papel en el fracaso del lanzamiento y advirtió de que, a pesar de sus últimos fracasos, eso no significa que el país no sea una amenaza.

Corea del Norte reconoció ayer que el lanzamiento de su cohete de largo alcance fracasó, en un inusual reconocimiento público por parte del estado comunista y un golpe para su nuevo líder, quien se enfrenta a una crisis diplomática internacional por la decisión.

La aislada Corea del Norte, que utilizó el lanzamiento para celebrar el centenario del nacimiento del ex presidente y fundador Kim Il-sung y conmemorar el ascenso de su nieto Kim Jong-un al poder, seguiría a adelante con su tercera prueba nuclear para mostrar su fortaleza militar.

«La posibilidad de un lanzamiento adicional de un cohete de largo alcance o de una prueba nuclear, así como una provocación militar para fortalecer la solidaridad interna es muy alta», dijo un funcionario de alto rango del Ministerio de Defensa surcoreano en una audiencia parlamentaria.