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La canciller alemana, Angela Merkel, ha cedido a la presión y ha aceptado este lunes un aumento limitado de 500.000 a 700.000 millones de euros en la dotación del fondo de rescate para países endeudados.

La opción que apoya Berlín se queda sin embargo corta respecto a los 940.000 millones de euros que Bruselas estima necesarios para que el mecanismo tenga un efecto disuasivo suficiente a fin de evitar nuevos ataques a España e Italia. Los ministros de Economía de la eurozona adoptarán una decisión el próximo viernes en Copenhague.

El incremento que defiende Alemania se lograría combinando los 200.000 millones de euros que ya se han comprometido para los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda con los 500.000 millones de euros del mecanismo permanente que empezará a funcionar en julio.

«Podemos imaginar que estos 200.000 millones de euros sigan en paralelo a los 500.000 millones de euros del mecanismo europeo de estabilidad (el fondo permanente) hasta que hayan sido devueltos por los países», ha explicado Merkel durante una conferencia de su partido.

«Ello llevará varios años, y después el mecanismo europeo de estabilidad seguirá en solitario con los 500.000 millones», ha señalado la canciller.

Merkel ha asegurado que la situación en los mercados financieros se ha calmado pero sigue siendo frágil. «Si se miran los tipos de interés en Portugal pero también la reciente evolución de los tipos de interés en España, está claro que mucho ha mejorado en la eurozona pero que la situación no ha vuelto a la normalidad», ha agregado.

Alemania se había resistido hasta ahora a aumentar el fondo de rescate, pero se ha quedado aislada ya que incluso sus aliados tradicionales como Países Bajos apoyan este incremento. También el resto de países del G-20 piden a la UE que refuerce el fondo de rescate como precondición para incrementar los recursos del Fondo Monetario Internacional.