Jóvenes iraníes permanecen a la espera de depositar su voto en un colegio electoral de Teherán. | MORTEZA NIKOUBAZL

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Irán celebró ayer sus novenos comicios legislativos desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, en medio de una fuerte lucha interna por el poder y un torbellino de amenazas y sanciones internacionales por su programa nuclear.

La jornada electoral, que se inició a las ocho de la mañana hora local (04.30 GMT) y que debía haber acabado diez horas más tarde, se amplió cuatro veces debido, según dijo el Ministerio del Interior en su página web, a la participación masiva de los electores.

De acuerdo con el Ministerio, las prolongaciones atendieron a la petición de los gobernadores provinciales, a los que finalmente se dieron competencias para dar por cerrado el proceso e iniciar el escrutinio una vez que hubieran votado los electores pendientes.

Ahmadineyad

Abas Alí Kadjodai, portavoz de Consejo de Guardianes, organismo religioso que supervisa la vida política y también las elecciones, aseguró que en estos comicios la participación fue entre un 8 y un 9 por ciento mayor que en las legislativas de 2008 y que alcanzó el 63%.

Electores y periodistas locales, por otra parte, aseguraron que la presencia de votantes en los colegios de Teherán ha sido mucho menor que en los comicios presidenciales de 2009, que ganó el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, y en las que la oposición denunció fraude.