Rick Santorum, Mitt Romney, Ron Paul y Newt Gingrich, ayer durante un debate en Tampa, Florida. | BRIAN SNYDER

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Las declaraciones de impuestos divulgadas ayer por el aspirante republicano a la presidencia Mitt Romney, suscitan más preguntas que respuestas sobre su fortuna personal, según los críticos del exgobernador de Massachusetts, en especial los demócratas.

Presionado por sus adversarios, Romney divulgó ayer finalmente sus declaraciones impositivas de 2010 y 2011, más de 500 páginas de formularios que muestran ingresos por más de 42 millones de dólares y una tasa impositiva promedio para los dos años del 14,6%.

Se trata de un porcentaje muy inferior al del estadounidense medio, y menos de la mitad de las tasas declaradas por su rival republicano Newt Gingrich o por el presidente Barack Obama, según la CNN.

Aparte de revelar una tasa más baja que la media, los documentos publicados confirman que Romney mantiene parte de su fortuna en cuentas en Suiza, las Bahamas y las Islas Caimán, considerados paraísos fiscales.

Contradicción

Romney, de 65 años, que hasta el pasado fin de semana encabezaba la disputa por la postulación presidencial republicana, encara ahora la dificultad política de ser un hombre que heredó una fortuna y la incrementó con inversiones financieras, pero dirige su mensaje a la clase media.

Y aunque fueron sus rivales republicanos Newt Gingrich y Rick Santorum los que agitaron el asunto de los impuestos, el Partido Demócrata aprovechó ayer la situación para lanzar interrogantes sobre quien podría ser rival de Obama en las elecciones de noviembre.