Varias personas rezan junto a los féretros de las víctimas del ataque aéreo turco en una mezquita en Uludere. | NAIL KADIRHAN/ANADOLU AGENCY

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La formación terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha hecho un llamamiento a la «revuelta» en venganza por la muerte de 35 civiles kurdos durante el bombardeo aéreo efectuado en la noche del miércoles al jueves por el Ejército turco en una zona fronteriza entre Turquía e Irak.

En un comunicado citado el viernes por el diario turco Hurriyet , el PKK invita «al pueblo del Kurdistán a reaccionar contra esta masacre y buscar una solución a sus reivindicaciones a través de la revuelta».

Según la prensa local, los funerales por las víctimas se celebraron este viernes en medio de una fuerte tensión. La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes no solo en la zona del ataque, sino en la misma Estambul.

El Ejército turco aseguró el jueves que había efectuado un ataque aéreo en la frontera entre Irak y Turquía contra un grupo de milicianos del PKK que intentaban entrar en el país para atentar contra las fuerzas de seguridad.

Crimen

No obstante, las autoridades locales denunciaron que las 35 personas muertas en el ataque eran civiles dedicados al contrabando y el principal grupo nacionalista legal kurdo, el Partido por la Paz y la Democracia (BDP), calificó el hecho de «crimen contra la Humanidad».

Finalmente, el propio Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), la formación del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, acabó reconociendo que los fallecidos eran contrabandistas a los que los militares habían confundido con rebeldes kurdos.

El contrabando es una importante fuente de ingresos en las provincias fronterizas con Irak, en las que muchos habitantes participan en el comercio ilegal de combustible, cigarros u otros productos procedentes de las aldeas fronterizas iraquíes.

Aparte, el Ejército turco ha efectado numerosas operaciones en la región contra los milicianos del PKK, un grupo calificado de terrorista por Ankara y que ha lanzado numerosos ataques desde sus bases en el Kurdistán iraquí.

Varios miles de personas asistieron al entierro, en la localidad turca de Guzelyazi, de los 35 civiles muertos. Los cuerpos de las víctimas fueron transportados por varios hombres del multitudinario cortejo fúnebre, entre ellos Selahattin Demirtas, copresidente del partido prokurdo Paz y Democracia (BDP), desde el hospital de Uludere hasta sus tumbas en Guzelyazi, un pueblo cercano a la frontera con Irak, en la provincia turca de Sirnak.